Entradas

Mostrando entradas de enero 29, 2022

Encuentra tu persona vitamina

Imagen
  https://youtu.be/QlkmOZFaLx4 Dice Marian Rojas: He investigado mucho sobre sexualidad, ésta no nos deja inmunes. Hay que entender cuando es una herida y cuando es algo bueno. Hay que llega a nuestro corazón. Desde pequeños adquirimos patrones que luego influyen en nuestra vida madura. Lo que vivimos en casa es lo que consideramos normal y conocido. A medida que te vas haciendo mayor, vemos que existe otro campo. Esos son los cimientos emocionales y, ante ello, hay que analizar para sanar heridas, para no repetir el mismo patrón.  Hay cosas que no vemos como “amenaza” porque hay un patrón inconsciente que repite el patrón vivido en casa, o es posible que esa persona se vaya al extremo. Por ejemplo, una persona que ha vivido con un padre alcohólico puede no ver mal que su novio lo sea. Hay que conocer si fui amado en casa o no. Quien vive resentido no es feliz. Si miro atrás y escuece es que sigue haciendo daño ese hecho. ¿Cómo me tocaron en la infancia? ¿Me pegaron? Es fundamen

Nadie nos pertenece

 

"Personas Vitamina". Con la psiquiatra española Marian Rojas

Imagen
 

Espiritualidad matrimonial

Imagen
  Hay maridos y mujeres que sienten celos de Dios, en lugar de verle como lazo de unión entre ellos, lo ven como factor de separación, como si hubiera una vil competencia entre Dios y un ser humano, pues Dios nunca es un rival. No caen en la cuenta de que, evitando que el cónyuge frecuente a Dios, va en detrimento de su propio matrimonio. Si el cónyuge accede a quitar a Dios de su corazón y poner al otro en ese lugar, no alcanzarán nunca la felicidad, y se corre el peligro de que desaparezca el mismo matrimonio. Eso le lleva al hombre a ser un déspota contra el otro ser humano. Si el cónyuge accede, el otro irá adquiriendo cada vez más dominio sobre él. Porque si Dios no es Dios para ti, irás en busca de otros dioses, y el déspota se tiene a sí mismo como dios. Exigiendo al otro que deje su camino de unión con Dios, lo llevas a ser cada vez más infeliz. Nosotros nunca podemos dar lo que Jesús da. Si cada uno ocupa su lugar de criatura, llegará a la felicidad. La criatura encuen