Gilbert Keith Chesterton


 

El 30 de julio de 2022 se cumplió un siglo de la conversión al catolicismo de Gilbert Keith Chesterton.

Grande, enorme, sublime, majestuoso… así fue el autor británico en todas y cada una de sus facetas. El incisivo ingenio siempre dispuesto a la controversia, el característico y sutil sentido del humor, hacía de Chesterton un polemista absoluto.
Para sus coetaneos literarios Chesterton era de otra galaxia y exhibía un nivel al que aspiraban poetas, novelistas, periodistas, humoristas… todo un intelectual dispuesto siempre a dar su opinión, normalmente opuesta a la general.
Pero eso no le importaba en absoluto.
Era un visionario siempre adelantado a las circunstancias de su tiempo y con una extraordinaria precisión a la hora de dar vaticinios.
La continua inquietud espiritual de su juventud quedó en cierta medida apaciguada cuando descubrió lo que buscaba. Y lo encontró en la doctrina católica, de la que se hizo el más ferviente y polémico defensor.
Chesterton supo hacer frente a las presiones familiares y del entorno del poder mediático que no entendían esta conversión. Su gran fortaleza mental y espiritual supo hallar el camino de búsqueda de una religión que otorgara verdaderas razones y pusiera sentido cuando los errores, las equivocaciones y las dudas se convierten en los principales obstáculos de nuestra existencia.
Creador de debates de altura en los que argumentaba a favor de los dogmas y efectos históricos de la Iglesia Católica, contrasta con la sensación generalizada de vergüenza que demuestra hoy parte de la más alta jerarquía católica.
La figura de Chesterton como figura icónica de ese Catholic Literary Revival durante las primeras décadas del siglo XX supondría la eliminación de barrearas en el camino y de dudas morales en indecisos y la severa firmeza contra el stablishment social y religioso británico, como el que en 1845 había ejemplificado San John Henry Newman.
El ejemplo de este grupo de intelectuales en búsqueda de una verdad que un siglo después continua escondida a la espera del rescate de hombres valientes y de corrientes capaces de mantener el pulso a infames agendas globalistas encaminadas a asestar el golpe definitivo a la humanidad, con la ayuda de la discordia, la manipulación de nuestra historia y la deshumanización.

Basado en un artículo de Emilio Rodríguez Diaz en Religión en Libertad.

- Adela Palomino Valencia

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