Medidas para evitar embarazos no deseados. Los números hablan



El Presidente de México, Enrique Peña Nieto está preocupado porque han aumentado los embarazos en adolescentes. En realidad, su número se ha mantenido estable. En las estadísticas de natalidad del INEGI se observa las cifras de 2013:
274,219 madres solteras; de esas madres, las menores de 15 años fueron 10,880 en el país.
834,320 madres casadas 1,177,493 madres que vive en unión libre.
Si se quieren menos nacimientos, basta con evitar la unión libre y el amasiato. Además, el sexo fuera del matrimonio se asocia a la violencia y a otras formas de abuso.
Las cifras oficiales dicen que entre el 23% y el 27% de los adolescentes han tenido relaciones sexuales en México. Eso quiere decir que tenemos un 70% de adolescentes que viven la abstinencia y un 30% al que hay que enseñarles los grandes beneficios de la abstinencia sexual: se evitan las enfermedades de transmisión sexual, el embarazo no deseado, herir a la pareja, y, sobre todo, son más felices así. Los jóvenes entienden muy bien los mensajes de abstinencia si se les saben explicar. Lo normal es que la gente soltera no tenga relaciones sexuales. El problema está en que algunos textos de Biología de Primaria y Secundaria los impulsan a los adolescentes a experimentar con su sexualidad.
Está demostrado que la educación sexual en las escuelas no ayuda a reducir el índice de embarazos entre adolescentes. En los Estados Unidos, en México y en otros países, cuando se les dieron pastillas, condones y servicios de anticonceptivos, el problema empeoró y amentaron los embarazos en jovencitas. Los Estados que proveen acceso a programas de control natal financiados por el gobierno, muestran la tendencia a tener índices más altos de embarazos de adolescentes, nacimientos y abortos que los que no los tienen.
Los adolescentes sexualmente activos, frecuentemente pierden autoestima y admiten vivir con culpas. Cuando deciden dejar de lado la intimidad física, se sienten como nuevos y crecen como personas. Además, mejoran su potencial intelectual, artístico y social. Con el sexo no se juega. Hemos de tener conocimiento de la verdad porque sólo la verdad nos hará libres.
Las personas influidas por la ideología de la ONU quieren promover los “servicios de salud sexual y reproductiva”, ese es una terminología ambigua para no hablar abiertamente de los anticonceptivos, además de que incluye el aborto, como se ha visto repetidamente en las conferencias de la ONU y en la experiencia de otros países. La ONU ofrece muchas verdades “falsas”. Esto puede conducir a causar un gran dolor en los jóvenes, a base de mentirles y decirles que el placer lleva necesariamente a la felicidad, cuando en realidad no es así, el placer puede conducir a la esclavitud, no a la felicidad.
El ginecólogo y obstetra Paul Ramos afirma: “Como política pública para evitar el embarazo adolescente hay que retardar la edad de inicio de las relaciones sexuales y el número de parejas sexuales, con lo cual se reduce el embarazo adolescente y las enfermedades de transmisión sexual. Esta es la propuesta científica mundial. Pero si el Estado empieza a hacer una distribución de métodos anticonceptivos sin el consentimiento de los padres de familia, se salen de control el inicio de las relaciones sexuales, no se reducen las parejas sexuales, ni se van a reducir las enfermedades de transmisión sexual”.
Las intervenciones en salud pública no deben ser orientadas por las opiniones de unos cuantos, tienen que ser intervenciones científicas. Ya se demostró sobradamente que la educación sexual a base de distribución de pastillas anticonceptivas, DIU y de condones no ha funcionado para evitar el embarazo adolescente, antes bien lo ha incrementado porque los jóvenes se fían de esos medios. Y esta es la experiencia de todos los países donde se ha implementado ese programa. Además, el DIU ya se retiró de los centros de salud de Estados Unidos, porque el roce continuo del aparato ha provocado cáncer en algunas mujeres y puede actuar como microabortivo.
Una propuesta contundente debe de ser integral, y debe integrar a la familia del adolescente. Es importante que los jóvenes tengan entretenimientos sanos, que ocupen su tiempo libre en actividades útiles, culturales, deportivas, constructivas y artísticas.
Cada 30 segundos, un alumno entre 6 y 17 años abandona la escuela, según el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación. Si hay ociosidad es más factible que se inclinen a los vicios perversos, si no hay una familia detrás. ¿No es más congruente destinar el presupuesto a programas de abstinencia y educación extraescolar? Así los adolescentes valorarán su dignidad y el compromiso que supone el amor. Hay un grupo en México experto en este tema, se llama Protege tu corazón.

El aborto no previene el embarazo, lo termina violentamente. El dicho lo dice todo: “Más vale prevenir que lamentar”. Más vale darles opciones para que ocupen su tiempo libre y  enseñarles a vivir la abstinencia a los jóvenes, que es el único método absolutamente seguro, que tener un embarazo no deseado durante la adolescencia.

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