El valor de un “Te amo”
Las palabras que mejores nos suenan a los humanos son “te amo, te conozco, te aprecio, te valoro, me interesas tú y lo tuyo”. Un ser humano desarrolla naturalmente sus poderes físicos; pero también posee poderes espirituales que pueden no desarrollarse cuando se queda en el plano horizontal, es decir, cuando no mira para arriba. El que se mueve por lo que le apetece, por la pasión o en confort en realidad no se mueve, es movido . Algunas decisiones nos desarrollan; otras, nos hacen retroceder. No somos personalidades estáticas sino en evolución. Querámoslo o no, cambiamos para bien o para mal. Lo que básicamente provoca el cambio son nuestras decisiones, cuando decimos Sí pudiendo decir “no”, o cuando decimos “no” pudiendo decir que Sí. Somos personas que encuentran disyuntivas, cada decisión supone una disyuntiva, por eso es vital descubrir las consecuencias que las decisiones traen consigo. Porque las elecciones, como los caminos, no son indiferentes, dejan huella. Aquell...