Los niños son semillas de esperanza
Hannah Arendt piensa que el milagro que salvará al mundo es la natalidad. Los niños que llegan al mundo encierran un poder transformador y esperanzador. Las ideologías pretenden que se pierda la naturaleza, la racionalidad y la trascendencia. Por ello María Calvo propone llevar a cabo la revolución del amor desde la familia. Si los padres procuran hacerse felices el uno al otro, sus hijos van a ser felices y van a tener un buen modelo. Los padres han de ser custodios de la inocencia de sus hijos. Los niños y jóvenes tienen hambre de amor y de verdad. Algunos llevan heridas que Jesucristo y su Iglesia pueden sanar, y también ayudan mucho las buenas amistades. Todos tenemos capacidad de restaurarnos . Hoy se discute en qué momento de la gestación una persona tiene derecho a vivir. Algunos que dicen que un hijo es persona desde el momento en que empieza a latir su corazón o desde que tiene actividad cerebral. Pero recordemos esto: un ser humano no tiene que llegar a demostrar que ...