El ejemplo importa mucho
San Juan Pablo II hablaba de la necesidad de que haya santos para renovar el mundo; y santos con buen humor. Hemos de centrar toda nuestra jornada en la Cruz, que es lo mismo que centrarla en la Santa Misa. Hemos de dar sentido a todos los segundos de nuestra vida amando la Cruz, esto es, las dificultades de la vida ordinaria y los sufrimientos que nos manda Dios, para purificarnos y para ayudarle a salvar almas. Hay que decir: “ Señor, enséñanos a amar”. Pasarán estos tiempos y la Cruz bien llevada, será el fundamento de la vida en los tiempos nuevos, en los tiempos que vendrán. Estamos llamados a encender la tierra, a vivificarla. Nos ha incorporado Cristo de una manera muy especial a los mexicanos a su labor de redención. Nos toca sembrar, sembrar mucho, avalando esa siembra con el ejemplo, y esa semilla dará su fruto a su tiempo. Veamos un ejemplo de esto. Edith Stein nació en 1891 en Breslavia (actualmente Wroclaw, Polonia) en el seno de una familia judía. Era la pe...