Sentido del dolor
“Me preguntas porqué compro arroz y flores. Compro arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir”, escribía Confucio. Necesitamos cosas bellas a nuestro alrededor, pero la vida también trae sufrimientos. Clives S. Lewis reflexionó sobre el dolor y concluyó que Dios nos habla por medio de la conciencia y nos grita por medio de nuestros dolores: los usa como megáfono para despertar a un mundo de sordos. Los seres humanos queremos ser felices a toda costa. Y lo seremos –por la eternidad- si somos fieles al plan de Dios. De grandes males, Dios saca grandes bienes. La única razón por la que Dios permite el mal, dice Santo Tomás, es para sacar de allí un mayor bien. ¡Claro! Eso no se percibe fácilmente si no se habla con Dios mentalmente. San Agustín rezaba así: “Graba, Señor, tus llagas en mi corazón, para que me sirvan de libro donde pueda leer tu dolor y tu amor; tu dolor, para soportar por ti toda suerte de dolores; tu amor, para menospreciar por el tuyo todos los d...