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Mostrando entradas de mayo 4, 2024

Ser fiel a Dios

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Lo único importante es que yo persevere en mi camino hacia Dios. Son bambalinas de teatro todas las cosas de este mundo. Hemos de tener visión de eternidad. Estamos en unas circunstancias determinadas, en una labor determinada, porque Dios lo quiere, porque es lo mejor que nos ha podido pasar. Roy Shoeman, un judío de Harvard que se convirtió al Catolicismo, dice que cuando Dios le hizo ver que existía, no le dijo su Nombre porque él no estaba preparado para ello; pero él, personalmente, sintió que era amado y que nadaba en un océano de Amor. Comprendió que todo lo que le había pasado desde el comienzo de su vida, era lo mejor para él. Empezó a rezar todos los días una oración hecha por él mismo: “Dime tu Nombre para saber el camino para encontrarte y adorarte”. Y exactamente después de rezar esa oración durante un año, de un modo insospechado para él, Dios le reveló que el que le había hecho sentir esas oleadas inmensas de amor era Jesucristo . Ahora, Roy Shoeman, dedica su tiempo...

¿Dios me diseñó para ser santo?

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  ¿Cómo que Dios me diseñó para ser santo? ¡Si lo que yo quiero es ser piloto aviador! Es que puedes ser un piloto santo, puedes ser profesionista u obrero santo, como San José Obrero. Puedes ser lo que quieras, y, a la vez, luchar por ser agradable a Dios. Encontrar el verdadero bien y el mal verdadero es difícil. El bien tiene un empaque feo y el mal tiene un empaque bonito. El mal lleva máscaras para empacarse: “encontrarás alegría o esparcimiento”, pero si se acude al Espíritu Santo, Él nos ayuda, sus rayos son como los rayos X del espíritu para saber qué es el bien y el mal, es muy fácil equivocarse y las armas con las que uno se defiende son ridículas. “La libertad no necesita alas, lo que necesita es echar raíces”, decía Octavio Paz. Un alma cristiana, sin oración, es un edificio levantado sobre arena movediza, que con un viento fuerte será derribado. ¿Qué me da solidez? El amor y la oración. “Mi amor es lo que me da solidez”, decía San Agustín. Todos los días pode...