La Santísima Trinidad
En unas clases en Roma sobre la Santísima Trinidad, el profesor decía que, en los seres irracionales hay un vestigio de la Trinidad, y en el hombre hay una imagen de la Trinidad. Es necesario descubrir la presencia de la Santísima Trinidad en el alma, y aprender a gozar de ella como han sabido hacerlo los santos. San Agustín recuerda ese momento como uno de los hallazgos más importantes de su vida: ¿dónde te hallé para conocerte sino en Ti y sobre mí?... Y pensar que Tú estabas dentro de mí, y yo fuera; y por fuera te buscaba, y engañado me lanzaba sobre las cosas hermosas que creaste. Tú estabas conmigo, más yo no estaba contigo... Hasta que me llamaste, gritaste, y venciste mi sordera; brillaste, alumbraste y disipaste mi ceguera. Sentí tu fragancia, y se disparó el espíritu con el anhelo de Ti . San Josemaría nos decía: No estamos solos. Es una pena que los cristianos olvidemos que somos Trono de la Trinidad Santísima. Os aconsejo que desarrolléis la costumbre de...