LEER
Leer es una actividad tranquila; leer nos aquieta, nos serena; durante ella se toma una postura contemplativa en la que sólo nos interesa lo que el autor dice. La corriente narrativa es como un río que nos lleva; y vivimos las vidas de los protagonistas del relato y nos emocionamos con lo que les sucede. A mí me conmueve hasta lo más profundo leer, en el libro del Génesis, el reencuentro de José con su padre. Procuro no leerlo con frecuencia porque me hace llorar. “Leer es la más noble y ennoblecedora de las distracciones, ya que únicamente la lectura y la sabiduría proporcionan los buenos modales de la inteligencia”, dice Marcel Proust. Las personas que tienen el hábito de la lectura desde su infancia, tienen la inteligencia y la imaginación despiertas y la mente educada para plantearse alternativas inéditas y recorrer sendas inexploradas, afirma Alejandro Llano. Con los libros, el lector elige con quiénes quiere dialogar, elige sus interlocutores entre las cabezas más lúcidas y sens...