Esposa de un rabino ortodoxo se convierte
Soy Débora (significa abeja). En el 5º mes de embarazo perdí a mi tercer bebé. Depresión. Una tarde empezaba a limpiar la biblioteca de mi esposo. Mi mano rozó un libro escondido que decía: Testimonio de judíos que aceptan a Yeshúa. Un letrero con la letra de mi esposo decía: “Para refutar”. Leí la historia de Ruth, mujer que perdió a su bebé. Las palabras de Ruth hablaban de esperanza, no de traición. Había cruzado una línea invisible. Cada día leía con fascinación y culpa. Leer no era suficiente, necesitaba hablar con alguien. En la última página había nombres y teléfonos: Miriam, le llamé, le dije: “Leí su testimonio, quisiera hablar con usted”. Tomé un autobús y me fui a su casa. “Pasa, pasa”. Lloré como no había llorado. “Perdí a mi bebé y desde entonces siento nada”. Creer en Yeshúa no te hace apóstata sino una judía completa. “Esto es verdad”, comprendí. Caminé a la parada del autobús. Esa noche no pude dormir. “No puedo fingir más. Por primera vez hablé con Dios: “Dios de Abrah...