¡Pídele perdón!
De joven, Carlos Cancelado fue de voluntario a un hospital, cuando era seminarista. Curó llagas y atendió enfermos con infecciones. Un día vio una niña recién nacida a la que se le caía la piel y se encontraba mucho muy mal de su salud. Preguntó la causa, y la madre contestó: ̶ Diez veces traté de abortarla. ̶ ¿Por qué? ̶ Porque soy madre soltera y mi mamá me dijo que lo hiciera. Carlos le dijo: ̶ Pídele perdón a tu bebé, y dile a tu mamá que también se lo pida. Así lo hicieron. Al poco tiempo a la niña se le dejó de caer la piel y superó sus males. En un mensaje mariano la Virgen dice: “Muchos no saben pedir perdón. Eso coloca de nuevo a mi Hijo en la cruz”. No perdonar nos encierra en la falta de fe, y la falta de fe ahonda la imposibilidad de perdonar. Es un círculo que gira sin cesar a menos de que lo paremos. A menos que perdonemos. El perdón es una expresión de amor. Perdonar es olvidar la falta...