El salario mínimo nació muerto y el “gasolinazo”


Hay que buscar un reparto más equitativo de las riquezas, por justicia y porque el nuevo nombre de la paz es el progreso.

Quedó prácticamente pulverizado el aumento al salario mínimo con el alza de los combustibles. Es un abuso y una burla de diputados y senadores. Una gota de gasolina derramó el vaso de la tolerancia social, pero la lista de los agravios acumulados es mucho más larga, y lo peor es que el gobierno ha perdido la brújula, el control y los argumentos. La gente sabe que ha sido engañada. Los funcionarios de alto rango ganan mucho, se otorgan aguinaldos y bonos de escándalo, se mueven en vehículos oficiales, reciben subsidios y cuidan su salud en los mejores hospitales. La narrativa económica oficialista se diluye en un hecho contundente: los sueldos no alcanzan.
El país se encamina al final del sexenio, que podría convertirse en una crisis de final de un régimen que no respondió a las expectativas creadas, ya que la clase política hace cálculos tanto egoístas como suicidas. Hay riesgo de que el agravio se convierta en violencia y en ruptura social (Mauricio Merino).
Vemos que crece el enojo y el vandalismo por el alza de la gasolina. Las manifestaciones de enojo contra el aumento a los precios de las gasolinas provocaron desmanes y saqueos en estaciones de servicio. Los Gobernadores deben plantear alternativas ante los aumentos de precio y pedir a la Federación que eche marcha atrás en sus decisiones mal hechas.
Es probable que Enrique Peña Nieto pase a la historia como el peor presidente de México, porque entre su apoyo a una educación sexual que corrompe a la niñez y a los jóvenes, su apoyo al matrimonio igualitario y el alza de precios, toca los puntos más sensibles de la población: La moral y el bolsillo. Además, la calidad de los servicios públicos es deplorable, y la inseguridad abunda. ¡Y para rematar, suben el predial un 20%!...
El salario mínimo de México es, prácticamente, el más bajo de América Latina, y son ocho millones de personas las que tienen ese sueldo para sostener a su familia, y no alcanza ni para una persona.
Se ha perdido el 70% del poder adquisitivo del salario mínimo en los últimos 30 años. Somos uno de los países con salarios mínimos más bajos y somos el país que más tratados de libre comercio tiene. La canasta básica está en $ 2,660 mensuales. El Titular de Salarios Mínimos (Conasami), Basilio González Nuñez gana 90 salarios mínimos y lleva 25 años en ese puesto. ¡Clama al cielo! Nuestros diputados se asignan un aguinaldo de $500 mil pesos, libres de impuestos. Estos son los verdaderos terroristas, entre ellos, González Nuñez.
El 71% de la población recibe entre uno y cuatro salarios mínimos al mes, esto es, entre 2100 y 8400 al mes. Y casi treinta millones de mexicanos no recibirán aguinaldo.
Hay crisis de empleos dignos y crisis ecológica. Estamos extrayendo el agua hasta 500 m de profundidad. Hay planchas de concreto que no dejan que el agua de lluvia se filtre. Se necesitan proyectos para que el agua vuelva a brotar sola. El agua nunca debe de concesionarse.

El Gobierno federal presta miles de millones a las empresas para que sean competitivas frente a las empresas extranjeras, pero lo que necesitan las empresas es vender. Cuando todos vendamos más va a haber más oferta de empleo.

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