"Misas gregorianas"


San Gregorio nació en Roma. Procedía de una familia noble, llegó a ser gobernador de Roma. Luego se retiró a un monasterio y fue abad. Se dedicó al estudio de la Sagrada Escritura y de los Padres de la Iglesia. Poco después, el Papa lo nombró diácono y lo envió a Constantinopla para arreglar un asunto de los monofisitas, luego le pidió que fuera su secretario. Al morir el Papa Pelagio II él fue nombrado Romano Pontífice (590-604) a pesar de su precaria salud. Resolvió la “cuestión longobarda”; firma la paz con los longobardos, que eran de origen celta y pertenecían a una herejía fuerte: eran arrianos. Le ayudó su amistad con una reina llamada Teodolina, bávara y católica, esposa de Agilulfo. Teodolina es importante en la historia de la Iglesia. Gregorio era un hombre inmerso en Dios, promovió la paz y una gran labor social. Tuvo una notoria autoridad moral.
Cuenta San Gregorio Magno (+604), siendo todavía abad de un monasterio antes de ser Papa, cuenta que había un monje llamado Justo, que ejercía con su permiso la medicina. Una vez había aceptado sin su permiso una moneda de tres escudos de oro, faltando así al voto de pobreza. Después se arrepintió y tanto le dolió este pecado que enfermó, y, al poco tiempo murió en paz con Dios. Sin embargo, Gregorio, para inculcar en sus religiosos un gran horror a este pecado, lo hizo sepultar fuera de las tapias del monasterio, y allí echó la moneda de oro, haciendo repetir a los religiosos las palabras de San Pedro a Simón el Mago: “Que tu dinero perezca contigo”. A los pocos días pensó que había sido demasiado duro con ese monje y encargó al ecónomo mandar celebrar treinta Misas seguidas, sin dejar ningún día, por el alma del difunto. El ecónomo hizo lo que le pidieron y, el mismo día que terminaron de celebrarlas, se apareció Justo a otro monje llamado Copioso, diciéndole que subía al Cielo, libre de las penas del purgatorio, por las treinta Misas celebradas por él. Estas Misas se llaman ahora “Misas gregorianas”, y, según revelaciones privadas, son muy agradables a Dios.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Quién soy yo?

Semana de oración por la unidad de los cristianos

Plan personal de formación