Adiós a la depresión
Enrique
Rojas, psiquiatra, dice: La
vida es como embarcarse, ¿cómo llegar a buen puerto? ¿Quién soy yo, qué va a
ser de mí y dónde estoy? Respeto a la navegación escribe un poeta español: “Pobre
barquilla mía entre peñascos rota, sin velas desvelada y entre las olas, sola” (Lope
de Vega).
El
primer gran tema de nosotros es nuestra personalidad. ¿Me llevo bien conmigo
mismo? Los griegos sugerían: Conócete a ti mismo.
¿Qué
va a ser de mí? Yo tengo un proyecto donde hay amor, trabajo y cultura. A
cualquier cosa le llamamos amor. El trabajo es el gran acompañante de nuestra
vida: hacer las cosas bien, despacio. La cultura es libertad, es la estética de
la inteligencia, y la cultura empieza por la cultura. Pero hay que pagar el
celular y la televisión y en eso se quedan atrapados muchos.
¿Dónde estoy?
A
cierta altura de la vida se hace un balance existencial, un recorrido hacia
atrás sobre mi personalidad, sobre el amor –el primer movimiento de la condición
humana-. Todo análisis es deficitario por la cantidad de cosas que no han
salido de nuestra vida. El estado de ánimo viene de antiguo. La depresión se da
en las culturas fluviales: en la cultura egipcia y en la mesopotámica, donde
aparece en tablillas de arcilla. Grecia es el pensamiento, Roma es el derecho,
el cristianismo es el amor. ¿Qué es la depresión? la enfermedad de la
melancolía y de la tristeza duradera. Es la enfermedad privada por excelencia y
se cuela por los rincones del alma. Hay depresiones endógenas, es decir, que
vienen de dentro, son hereditarias, son biológicas y se curan casi todas. Y las
depresiones exógenas; éstas son debidas a acontecimientos de la vida. La depresión
es una enfermedad precedida por el desánimo; se ve hacia atrás., El stress implica tener ansiedad y un
tipo de vida trepidante, desbordado, no tener tiempo para nada. Se ve hacia
adelante.
Hay
depresiones evidentes y depresiones enmascaradas. Mejoran con medicación y
hablando. Hay que decir al especialista: qué tienes, desde cuándo y a qué lo
atribuyes. La biografía de un ser humano es un pozo sin fondo. Qué hechos
negativos te han marcado, qué quitarías y qué pondrías. Hay un trastorno de
personalidad cuando la gente no disfruta
de la vida y cuando hay cosas no resueltas. El que no sabe lo que quiere no
puede ser feliz.
Hay
formas sanas de vivir al tener capacidad para mirar hacia adelante. La
lexitimia, ¿qué es? Es la dificultad que tiene el hombre o la mujer para
exponer sentimientos y emociones.
Se recomienda tener buena
salud y mala memoria para ser feliz. Hay que pasar por alto las
cuestiones negativas. Hay personas muy heridas. Hay un libro que se llama En busca de la felicidad razonable, de
Rojas.
En
El Quijote aparecen las bodas de
Camacho,allí Cervantes dice que la felicidad no está en la posada, está en el
camino. La felicidad es una forma de viajar. Consiste en estar contento con uno
mismo porque hay una buena relación en lo que yo he deseado y lo que he
conseguido. Es administrar razonablemente el deseo. La inteligencia consiste en
gestionar bien la propia vida.
Santo
Tomás Moro estuvo en la cárcel feliz, porque la felicidad no depende de la
realidad sino de la interpretación de la realidad que yo hago. La coherencia de
vida es otro camino que nos lleva al castillo de la felicidad, relativa, por
supuesto.
“El que conoce lo
exterior es erudito, el que se conoce a sí mismo es sabio, el que conquista a
los demás es poderoso y el que se conquista a sí mismo es invencible”, escribió Lao tse
Tung.
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