Rosario Misionero



El Rosario Misionero fue ideado por un obispo norteamericano que es ya Venerable: Fulton Sheen. Sheen fue un Obispo norteamericano que en los años 60 se oía de costa a costa en Estados Unidos. Tenía una audiencia aproximada de 30 millones de personas, y lo oían tanto católicos como protestantes. Su idea era rezar, a través de él por los misioneros y las misiones. El Papa San Juan XXIII era devoto del Rosario Misionero, y lo rezaba todos los días por el mundo entero, dedicando cada decena a un continente: la primera decena era por África; la segunda, por América; la tercera, por Europa; la cuarta, por Oceanía (Australia) y la quinta por Asia. A diferencia del Rosario común el Rosario Misionero cuenta con cinco colores -cada misterio se representa por algún color-, que representa a un continente.
Al rezar el Rosario Misionero o tradicional, en cada Avemaría hacemos una oración de presencia, es decir, le hablo a María y ella me atiende. En nuestra vida hay ritmos, el ritmo de los días, el ritmo cardiaco, ritmo del juego, y no todos son iguales; el Rosario es también un ritmo.
Al hacer oración y al rezar el Rosario, no pretendemos que Dios haga nuestra voluntad sin que Él nos ayude a hacer la Suya. Con el Rosario y con la Comunión reparadora de cinco sábados consecutivos, podemos desagraviar a Nuestra Madre por las blasfemias que se hacen en su contra. La Virgen le pidió a Lucia de Fátima que al menos ella desagraviase las ofensas que se le hacen. ¿Y cuáles podrían ser? las principales son cinco:
1ª Ir contra la Inmaculada Concepción.
2ª Negar la maternidad divina
3ª Burlarse de su virginidad.
4ª La destrucción de sus imágenes.
5ª Quitarle a los niños la devoción a la Santísima Virgen.
Están también las ofensas que le hacen algunos hermanos protestantes. Los Papas de nuestro tiempo han sido muy marianos: León XIII consagró octubre como mes del Rosario. “El Rosario es mi oración favorita”, dijo San Juan Pablo II. El Cura de Ars afirmaba: Con esta arma le he quitado muchas almas al demonio. San Luis Grignon de Monfort aseguraba que el Rosario sirve para convertir a los pecadores más empedernidos. Pío XI (1937) dijo que "el Rosario sirve para progresar en la fe, la esperanza y la caridad". Pío XII decía que la misericordiosísima Señora quiere indicarnos que, en medio de las tempestades de nuestro tiempo, en medio de una de las mayores crisis de la historia mundial, deberíamos dejarnos amparar, proteger, guiar siempre por la ayuda maternal y afectuosa de la Gran Vencedora de todas las batallas de Dios.
Con la el Rosario se puede alcanzar todo, decía Santa Teresita de Lisieux, es una cadena que une el Cielo y la Tierra; es una oración muy poderosa ante su Corazón. Muestra el poder de intercesión de Santa María. En Fátima, la Virgen insistió en sus seis apariciones sobre la importancia de rezar el Rosario.
Cuando una persona reza el Rosario, está protegiendo a toda su familia, a sus hijos y a las generaciones por venir, y esas bendiciones se mantienen. Un Rosario bien rezado es un territorio de luz para esa persona y para los que transiten en su territorio. Cuando se reza bien el Rosario se entra en el misterio de la sangre de Cristo y, al entrar en ese misterio, nuestra sangre circula con la sangre del Señor.
El Rosario Misionero es un modo de venerar a la Virgen María, es una adoración a Dios y una derrota para diablo. Es un modo de rezar por la humanidad entera, sea de la raza y religión que fuere, con corazón universal, ya que a Dios le gusta que recemos por todos, aún por lo que no conocemos, para que se acerquen a Dios.
Stefan Gobbi dejó escrito: Hoy Satanás logra conquistar casi todo con la soberbia y la rebelión contra Dios, pero tiene terror a los que siguen a la Madre de Dios por el camino de la pequeñez y la humildad.
En 1978 el Papa San Juan Pablo II sorprendió al mundo, poco después de ser elegido Pontífice, con esta frase en la Plaza de San Pedro: "Mi oración preferida es el Rosario". Suyas son las siguientes exclamaciones: "El Rosario es una escalera para subir al cielo". "El Rosario nos proporciona dos alas para elevarnos en la vida espiritual: la oración mental y la oración vocal" (1979). "Es la oración más sencilla a la Virgen, pero la más llena de contenidos bíblicos"(21 de octubre 1979). También dijo: "El Rosario es nuestra oración predilecta. Cuando la rezamos, está la Sma. Virgen rezando con nosotros. En el rosario hacemos lo que hacía María, meditamos en nuestro corazón los misterios de Cristo" (Lc. 2, 19).  Luego escribió: El Rosario nos lleva a mirar a Cristo con los ojos de La Santísima Virgen (cfr. Litt. apost. Rosarium Virginis Mariae, 16-X-2002, n. 11).
En China, el Obispo Jia Zhi Guo les dijo a su feligresía: “Oren en la mañana y en la noche, y el Rosario diariamente, para purificarse y para que Dios los pueda usar como instrumentos” (…) “El hombre puede hacer una cosa u otra, pero al final, el trabajo será terminado por Dios”. Hemos de tener esperanza aunque no haya indicios de mejora, pues Dios siempre sorprende y sabe sacar grandes bienes de grandes males.


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