Muchas medicinas enferman



Gilbert K. Chesteron decía: “La respuesta a cualquiera que hable de “exceso de población” es preguntarle si él mismo es parte de ese exceso de población, o si no lo es, cómo sabe que no lo es”.
Uno de los problemas principales para los que persiguen una dictadura mundial es el número de pobladores del planeta. Somos siete mil millones y quieren que seamos sólo mil millones porque serían números manejables.
¿Quiénes son los Soberanos invisibles? Son manos invisibles que  mueven los hilos del mundo desde hace más de trescientos años. Son trescientos hombres que se conocen entre sí y que nombran sus propios sucesores. Gente muy poderosa que maneja el mundo desde antes de la Revolución francesa. Entre ellos se cuentan algunas familias de Estados Unidos y Europa, masones de alto grado, empresarios de algunas transnacionales, algunos gobernantes del Primer Mundo e integrantes del “Club de Roma”. Ellos dictaminan las guerras, la moral, la moda y quieren regir los destinos de la humanidad para llevarnos a un Gobierno Mundial.
El Dr. Brock Chrisholm, primer director de la Organización Mundial de la Salud y miembro de los iluminados, dijo en una reunión: “Para formar un gobierno mundial es necesario quitar de la mente de los hombres su individualismo, su lealtad a las tradiciones familiares, su patriotismo y sus dogmas religiosos” (Pat Robertson, The New World Order, Dallas 1991, 7). Otra de sus divisas es la del iluminado Barón Moisés Montefiore: “¡Perdemos el tiempo charlando! Mientras la prensa del mundo entero no se halle en nuestras manos, será infructuoso todo lo que hagamos”.
En 1994 los Soberanos Invisibles –los que gobiernan al mundo─ iniciaron una campaña para que se añadiera fluor al agua de consumo humano y a la pasta de dientes. Poca gente sabe que el fluor se usó como veneno para ratas por cerca de 50 años. El fluor produce retraso mental y otras enfermedades.
Las más grandes compañías fabricantes de productos químicos y de medicinas son dirigidas por los Soberanos Invisibles. Ellos no desean la cura de las enfermedades, sino mantenerlas para que la gente siga comprando medicinas.
Otra forma de reducir la población mundial es por medio de las medicinas. ¿Sabemos qué les están poniendo a los medicamentos? Muchas causan más daño que las enfermedades. En Estados Unidos, los efectos de las medicinas matan a 160,000 norteamericanos cada año y mandan al hospital a 1.6 millones.
Nuestra salud depende también de la calidad de los alimentos que consumimos. Muchos de ellos no alimentan o alimentan poco, como los cereales. El proceso de elaboración les quita gran parte de su poder nutritivo, entonces ponen el proceso de “enriquecimiento” que es otra farsa ya que ponen vitaminas sintéticas de origen no orgánico, incompatibles con nuestro sistema digestivo. El 68% de las enfermedades están relacionadas con la comida que consumimos.
Ahora quieren radiar los alimentos con el cobalto de los rayos gamma, los cuales son capaces de producir mutaciones genéticas. Esa radiación puede destruir nutrientes y crear cancerígenos. Ellos crean el problema y ofrecen la solución… un paquete envuelto como regalo para un público ignorante.
Algunas fundaciones relacionadas con los Soberanos Invisibles donaron más de diez millones de dólares a Planned Parenthood Federation (IPPF, Mex Fam en México). IPPF se fundó por inspiración de los Soberanos Invisibles en 1933, para alcanzar varios objetivos: fomentar la anticoncepción y el aborto, promocionar la homosexualidad, facilitar una información sexual que busque sólo el placer biológico, apadrinar investigaciones en biomedicina y demografía.
Las campañas de vacunación impulsadas con la conveniencia de los políticos y llevadas a cabo por los Estados, se han convertido en uno de los peligros más grandes para la salud. La vacunación es la implantación de enfermedades como el cáncer, la sífilis, los resfriados, la infertilidad, etc.
Actualmente, los gobiernos impulsan la vacunación de los niños contra la hepatitis B, ¿por qué? La hepatitis B es una enfermedad contraída principalmente por prostitutas y homosexuales o a través de drogas de aplicación intravenosa. Muchos médicos piensan que la vacuna podría estar contaminada con un microorganismo responsable de la epidemia de SIDA.
Hace años el Dr. Aurelio Peccei, un iluminado y fundador del Club de Roma, abogó porque se diera en el mundo una plaga semejante a la peste negra. En los últimos 30 años han aparecido enfermedades nuevas como la hepatitis C, el SIDA, las “superbacterias” y nuevos tipos de infección estreptocócica. Estas enfermedades han sido producidas a propósito, por laboratorios. Por ejemplo, el SIDA se produjo en el laboratorio Chemical Biological Warfare, de Fort Detrick (Periódico de Nueva Delhi, The Patriot, 4-VII-1984). El New York Native publicó una carta anónima de una persona que declara haber trabajado en el mencionado laboratorio de Fort Detrick y afirma que ese virus fue inyectado deliberadamente en personas homosexuales y que el proyecto se llamaba “Operation Firm Hand” (Operación Mano Dura).
Según el libro Secret & Suppressed el virus del SIDA fue introducido en África por la Organización Mundial de la Salud mediante una serie de programas de vacunación contra la viruela, durante los años 70 (página 236). El London Times dice lo mismo (11-V-1987): “Vacuna contra la viruela disparadora del SIDA…”. La ONU, el BM, el FMI y la OMS están en manos de los Soberanos invisibles.
Los expertos en virológica y microbiología, Jacob y Lilli Segal, publicaron un folleto titulado AIDS: USA home made evil, not imported from Afrika (SIDA: Fabricación maligna de los Estados Unidos, no importado de África), distribuido en los países africanos de habla inglesa. Meses después, Jacob Segal recibió la visita de dos agentes de la CIA, quienes le dijeron que estaban preocupados de que la historia del origen del SIDA pudiera ser descubierta. El Departamento de Estado reconoció que había mandado dos personas a los Segal para explicarles los fallos de su informe (cfr. Robert Lederen, Procedents por AIDS?: Chemical-Biological Warfare. Medical Experiments and Population Control. Covert Action Information Bulletin 28, 1987, 38-39).
Robin de Ruiter
Uno se pregunta, ¿quién estará detrás del Covid-19? Quizás el poder mundial conformado por George Soros, Gill Gates, Isabel II de Inglaterra y el Club de Roma, entre otros.
Para mayor información leer los dos libros de Robin de Ruiter, El Anticristo I y II. Ed. San Pablo, México 2006 y 2007 respectivamente.

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