Seis postulados del satanismo con los que convives sin saberlo
Hay un
libro extraño: la “biblia satánica”. Es interesante desenmascarar una
estrategia que actúa en contra de nosotros. La “biblia satánica la escribió un
norteamericano llamado Anton Sander Lavey, en los años sesentas; él se
autodenominó sumo sacerdote de la iglesia de Satán. Se trata de una obra en 4
volúmenes. Los últimos son una colección de conjuros, maleficios y demás. Es
una lectura muy contaminante. Dosifican su ideología hasta que la conciencia
colectiva la acepte. Obviamente no se le recomienda a nadie. En la introducción
el autor señala: “El satanismo es una alternativa filosófica que rechaza la
moralidad impuesta”.
Sus
postulados se pueden resumir en seis. El interés que puede tener para nosotros
es que, al conocerlos, intentemos alejarnos de ellos:
1. El
mal no existe. El hombre es un animal que debe reconciliarse con sus instintos.
2. El
único dios que existe es el hombre mismo. La adoración ha de ser a uno mismo.
3. El
odio y la venganza son sentimientos naturales, pero amar por compromiso es
antinatural.
4. No
hay vida después de la muerte. No eres heredero de nada espiritual.
5. El
creador del universo es una energía; esa energía no ama al hombre ni se
interesa por él.
6.
Deja de ser buen chico y cómete al mundo. Sólo te necesitas a ti. Apártate de
los convencionalismos que te aparten de tus deseos.
Algunos
versículos de esa “biblia”:
La
vida consiste en satisfacer las pasiones.
Hay que pensar cómo se relacionaría un hombre así con la mujer… la trataría
como objeto de placer. ¿Cómo se relacionaría un hombre así con la droga, con
las pandillas, con los demás? La realidad es que el hombre que se somete a sus
pasiones desordenadas ni es feliz ni hace felices a los demás.
No
seas cobarde, no presentes la otra mejilla al que te abofetea.
Devuelve golpe con golpe, sé libre para odiar a quien se merece tu odio. Nadie
puede obligarte a amar al prójimo. Es la ideología de muchos comunicadores,
comerciantes y políticos.
Lo
único prohibido es prohibir. Sin
el Derecho y las leyes llegaríamos a la ley del más fuerte y nos aniquilaríamos
unos a otros.
Rechaza
las palabras de esperanza y oración. Cualquier cosa que consigas será fruto de
tus actos.
Toma
el control de tu vida; no te engañes, la realidad es que no le importas a
nadie. Acepta que eres potencialmente divino. Es aquí donde conocerás tus
goces.
Yo
soy mi propio redentor.
Las
propuestas satánicas son el pan de cada día, presentan muchas ideas de
superación personal mezcladas con una filosofía destructiva. Le dicen al
hombre: “Eres una especie más. Eres dueño de nada. No eres hijo de Dios”. Creer
en Dios es parte de un pensamiento mágico. También hay bienaventuranzas
satánicas. En resumen te dicen: Tú eres
grande por tu poder, por tu dinero, por tu astucia, por tu astucia para seducir
y aplastar a los demás. Sigue luchando y todo el mundo estará a tus pies.
El
satanismo tiene una filosofía basada en el ego. Lo que una persona crea sobre
Dios y sobre la eternidad del alma, determina qué decisiones va a tomar y cómo
se va a comportar todos los días, porque son “verdades existenciales”.
Si
hablas de la Biblia en un foro público, te dirán que estás hablando de temas
religiosos y estás fuera de lugar. En cambio, si expones ideas de la obra de
Sanders, te aplauden, suena a intelectual. La Biblia verdadera enseña que yo no
soy un animal, soy un ser espiritual –con cuerpo y alma-, que soy grande porque
el servicio me hace grande, porque respeto mis padres, porque amo a mi familia,
porque honro a mi pareja, porque cumplo mis compromisos, porque digo la verdad,
porque sé amar, porque tengo integridad.
La
Biblia me enseña que el diablo es maestro de la mentira, que Dios te conoce de
manera personal, que te conoce y te ama, que hay vida después de esta vida, que
eres grande por tu amor a los demás, porque honras a Dios, porque haces el bien
sin esperar nada a cambio, porque tienes un código de honor que te honra a ti y
a los demás. La Biblia enseña que Dios sabe mi nombre y me está llamando, que
Jesucristo es el camino, la verdad y la vida, y dio su sangre por amor a
nosotros.
No hay
reconciliación entre lo de Dios y lo demoníaco, con la idolatría. Hay que
decidir de qué lado estamos, aunque se levante una orda de enemigos. Hay que
aliarnos con los amigos verdaderos.
Carlos Cuauhtémoc Sánchez
https://youtu.be/LnqA5N6QnOs
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