Esta es la Generación de la purificación
Mensaje a Luz de María.
El
ego humano los mantiene esclavizados. Basta ya de creer que todo lo saben y que
sus hermanos son ineptos. No es el conocimiento lo que da la salvación del
alma. Necesitan equilibrio espiritual. Si aman a Dios, lucharan por transformarse
por dentro. No se pongan como jueces de los demás. Amen a Dios en espíritu y
verdad. Recuerden que el que desea ser grande ha de ser el servidor de todos,
no el juez de todos. Mi amor es incomprensible para la criatura humana. Un día
puede ser como una hora. Conocer los signos de los tiempos, lo que parece
lejano está más cerca de lo que parece. Habrá erupciones volcánicas que entraremos
en una tiniebla por los gases y cenizas. Bendición. Amén.
Jesús habla de santidad
Amado pueblo
mío: De mi costado nació la Iglesia, de ese mismo costado mana Sangre para
despertar a mi pueblo. En este instante, sobre todo, en mi Iglesia, en su
jerarquía, que es motivo de escándalo.
Necesito
santidad. Y esto lo tienen como mandato todos los que están a mi servicio. Al
demonio no le bastó con introducir su humo dentro de la Iglesia, sino que aprovechando
la falta de oración de algunos sacerdotes, se despertaron los deseos perversos
y los deseos de la carne. Es una dura lección para mi Iglesia, es el
estremecerse de mi Iglesia, de la cual Yo soy Cabeza. En este instante, mi
costado se abre nuevamente por cuantos pecados causan daño físico y espiritual
a mis inocentes. Parte de la humanidad grita desaforadamente: “Crucifíquenlo, crucifíqueno
de nuevo”. Y la Jerarquía de mi Iglesia guarda silencio., ¿Qué les he hecho
pueblo mío? Es urgente que se arrepientan, que se responsabilicen de sus
errores y se conviertan. La desviación sexual sobrepasa todos los límites pues
Satanás sabe que por este medio lleva a mis hijos a la total perdición
desviándoles de su naturaleza. Mi costado se abre para convocar a mi pueblo no
sólo en oración, no sólo en reparación, para que mis laicos sean portadores de
un fuerte llamado de cambio hacia sus hermanos.
Para esto
deben ser conocedores de la SE y fieles a mi Palabra, sin desvirtuarla. No sean
apóstatas. Trabajen a tiempo y destiempo.
El mal
combate libremente por las calles de las ciudades y comunidades.
Mis pastores
cierran las puertas a quienes desean compartir amordazando el bien.
Mis hijos
deben laborar al lado del bien, y no ser copartícipes del mal. Ustedes, hijos
míos, sean la voz del bien.
Les bendigo.
Su Jesús.
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