Aprender a descansar

 


Casi nadie sabe descansar. En parte es salir de nuestra zona de confort. El descanso es una actividad que nos sirve para reparar nuestras fuerzas físicas y psíquicas. Uno está en estado de alerta cuando está en su trabajo ordinario. Marian Rojas Estapé nos dice que el cuerpo manda señales de que necesitas un descanso. La ira, la irritabilidad, el colon irritable, las contracturas, la tristeza, la apatía, son síntomas de que necesitamos descansar.

Para descansar hace falta conocerse para saber qué nos descansa: el deporte, la lectura, un hobbie, ver una película, etc. Los fines de semana están hechos para algo. Necesitamos un día o un día y medio para descansar cada semana.

El café bloquea la hormona del sueño. Vivimos en la era de las prisas. Llega un momento en que el cuerpo dice: “Hasta aquí”. Entonces hay que hacerle caso.

La contingencia hace que a veces finja que todo ha vuelto a la normalidad, pero no es así. Nadie es igual, pero nos cuesta aceptar lo que ha sucedido. Todo ha vivido esta circunstancia y no ha terminado; agota mentalmente estar oyendo noticias. Hay que aceptar que algo ha cambiado. Todo mundo necesita descansar porque no sabemos lo que viene. Hay que recuperar fuerzas. Sólo nos recuperamos cuando descansamos. Un buen paseo por el bosque puede descansar. Descansamos cuando no hay un horario estricto y se pueden hacer actividades como leer o contemplar el paisaje, sin el teléfono, sin hacer nada. Pero hay quien no hacer nada les causa culpa. Hay que vencer las resistencias que nos hacen estar en estado de alerta.

También se descansa haciendo oración, y dejando todo en manos de Dios, que nos ama y  cuida de nosotros.


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