Ataduras ancestrales, cargas epigenéticas y más. P. Francisco Javier Luzón


 

https://youtu.be/5gJBNbYN1S8

(6ª Puerta) Cuando una persona muere sin haber reparado, sus pecados daña a sus descendientes. Lo dice el Éxodo: Las cosas de los padres repercuten en los hijos. No todo procede de los antepasados, pero hay que cortar esas cadenas intergeneracionales. Dios ha puesto un coto gracias al Sacrificio de Jesucristo. Suicidios y adulterios pueden provocar esas ataduras.

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