Cuento: El sabio Latif
Latif era un
pordiosero, considerado en el pueblo el hombre más sabio del pueblo. Un día, el
rey paseaba ay se reía de los mercaderes. Casi dormitaba Latif, y el re se
dirigió a él y le dijo:
Si me
contestas una pregunta te doy esta moneda de oro
- Puedes
quedarte con tu moneda. ¿Cuál es tu pregunta?-, dijo Latif.
El rey le
iba a hacer una pregunta banal pero lo pensó mejor y le hizo una pregunta
crucial.
Latif le
contestó con sabiduría. El rey le dejó la moneda a sus pies.
Al día
siguiente volvió a ese lugar para buscarlo, el rey le invitó a palacio y le
propuso ser un consejero real, diciéndole que podría marcharse cuando gustase. Sorprendentemente
Latif aceptó. El rey empezó a hacerle muchas consultas. A los tres meses, hubo
envidias, y los otros consejeros le dijeron: “Latif quiere derrocarte. Todos
los días sale y se va a la zona sur a las 5 de la tarde”. El rey se quedó
pensativo. Luego vio que se escabuía en una habitación. Seguido de su guardia,
el monarca tocó la puerta. No vio a nadie allí, sólo había en el piso un plato
de madera desgastada, un vestido desgarrado y un bastón. El rey preguntó:
- ¿Estás conspirando
contra mí? ¿Para qué vienes a este cuchitril?
- Hace 6 meses,
cuando llegué, sólo tenía este plato, esta ropa y este bastón. Vengo a diario
para ver mi túnica harapienta, este plato y esta vara de madera, para no
olvidar quién soy y el lugar de donde vengo.
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