El Principito III
22 min. El
camino hacia el encuentro y la realidad. El autor mete pepitas de oro en sus
obras. Desde el principio escribe en primera persona, es el protagonista. Dice
que él no tuvo con quien hablar de modo profundo, hablar del encuentro, del
amor, de bondad. Él quiso dedicarse a la pintura y su familia quiso que se
dedicara a los negocios. Él tenía un avión y se marcha. Fracasa. En plano
literario dice: “Tuvo una avería”, y cae en el desierto, un lugar sin rutas.
Llega a una situación límite. El Principito es como un personaje de otro
planeta. Y le dice lo más inverosímil: “Píntame un cordero”. Sube de nivel, no
el deseo de poseer sino de ser. Él quiere asumir otra actitud ante la vida. Se
asombra. Valora esa experiencia, lo que él quería ser lo encarna el Principito,
pero él no lo ve desde el principio. La única salida es subir de nivel. Dibujar
es subir de nivel, o cantar. El Principito le encamina hacia el nivel 2.
Saint-Exupery dice que el Principito es un misterio, una realidad que se
identifica consigo mismo, que se ha de vivir profundamente para conocerla. No
se puede conocer con la razón fría. Hay que vincular conocimiento y
creatividad.
El
Principito ve que se lo dibuja de mala gana. El piloto le dice: “Esto no es un
cordero”. Se lo vuelve a pintar y no le gusta, entonces el piloto le dibuja una
caja con agujeritos, y, es enorme la cara de asombro del Principito. El
Principito pregunta todo lo referente al nivel 2 (para que vale el sentido de
tal o cual). Lo que quería era la creatividad del piloto. Luego le pregunta
para que son las espinas de la flor. El Principito se enfada. ¿Por qué las
flores fabrican espinas…?
No habla de
hacer amigos, sino de ser amigo. Ser amigo es ser capaz de tener creatividad.
Llora. ¿Qué
es el llanto? Es un desmoronamiento.
Saint Ex es
un hombre con alma de niño.
Entonces el
piloto ve que el niño necesita consuelo. Justo en ese momento ve que hay algo
profundo para el niño. Sube al nivel 2. Modificar todas las actitudes que no
nos permiten crecer como personas. Aquí empieza el dinamismo de la obra. La
generosidad suscita confianza, te inspira fe en esa persona. Así el Principito
se abre. Aquí empieza el dinamismo de la amistad.
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