Principito VI. La plenitud de la amistad y la vuelta al hogar

 


https://youtu.be/999XHOtSioM

En su exilio en Nueva York, Saint-Exupery escribe para los franceses desanimados ante la ocupación nazi: “No se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos”. Este autor sabe pensar y expresarse bien.

Un buen profesor conoce las realidades que enseña y las realidades que tiene enfrente. Hay un arte de mirar y hay que perfeccionarlo.  Cada uno de los alumnos es más de lo que veo o me parece. Cada uno es una persona ambitalizada de una manera distinta. Muchos tienen un ámbito rico. Eso sucede en el nivel 2, participamos de la vida de los demás.

Lo que dignifica a los seres es estar ambitalizados, sentirse responsables de uno y de los demás.

Centro de la obra: Dice el Principito, que es lo más bello, y enigmático: Las estrellas son bellas por una flor que no se ve. Lo que embellece el desierto es que esconde un pozo en cualquier parte”. Lo que veo es una corteza, lo más importante es invisible para los ojos. Descubren el pozo. La sed que tiene el Principito de la amistad con el piloto y con su flor. ¿Qué agua buscaba? El piloto añade: Y comprendí lo que él había buscado, levanté el balde hasta sus labios, todo era bello como una fiesta… Era buena para el corazón, como un regalo. Buscar de noche el agua, con el peligro… ¿De qué se trata? De una amistad verdadera. Cuando sale el sol, encuentran el agua.

Henry Bergson: “La alegría anuncia siempre que la vida ha triunfado.” Cuando hay verdadero encuentro, hay fiesta.

3ª fase del encuentro: beben los dos.

Final: El encuentro lo transfigura todo. Mira las estrellas. Todo está cambiado. Es una aventura intelectual leerlo.


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