¿Quién soy yo? ¿Quién eres tú? ¡Conferencia fenomenal!
Pablo d’Ors
El ego es nuestro
modo de mirar el mundo, es el deseo de apropiarnos de cosas. ¿Es posible vivir
sin ego?
Al Premio Nobel de
literatura chino (2000), Gao Xingjian, le hicieron dos preguntas que fueron
largas, duraron 5 minutos, y el chino respondió a la primera pregunta: “Yo creo
que sí”, y a la segunda: “Yo creo que no”. Allí se ve el ego del entrevistador
El ego es un error
de perspectiva, es pensar que el mundo gira en torno a ti. Es una perspectiva
un tanto limitada. Podemos girar ese foco y darnos cuenta de lo que es la vida.
Los estadios de la humanidad son: la inocencia, la ignorancia y la sabiduría.
Todos estamos
llamados al estadio de la sabiduría, ¿qué es la s? se trata de romper el
envoltorio, que corresponde a los mecanismos de defensa, atravesar el
territorio sombrío, y llegar al territorio de luz. La luz es la otra cara de
las sombras. Este núcleo de luz que somos, es lo que en esencia somos, es el yo
profundo. La espiritualidad nos conduce de la ignorancia a la sabiduría. Este
camino lo recorremos con mucha dificultad porque vivimos con dos mitos
trasnochados: el mito del pensamiento y el de la acción. Creemos que estamos
aquí para pensar y para hacer. Esto está bien cuando hay un problema práctico.
Si has perdido un ser querido, por mucho que pensemos no se va a resolver.
Podemos afrontarlo de manera diferente. Hay cosas que se explican con la
ciencia y con la técnica. El problema es que tenemos una visión mecanicista y
fragmentada del universo. Por una parte está el mundo, y hay que someterlo, y
por otro lado estamos nosotros. Observamos el universo para tratar de sacarle
partido. Somos parte del universo, estamos interconectados. La manera anterior
es el mundo y yo. El paradigma nuevo es que no se trata de salir fuera. Si te
cambias tú, cambia el mundo.
El mundo no está para ser transformado sino para ser contemplado y
disfrutado., Antes de hacer hay que mirar. No hay
que tener miedo al disfrute, es decir, a la comunión con la realidad.
Hemos sido
educados con un punto de partida erróneo, también es verdad que el camino a la
sabiduría debe pasar por el error.
Hay otro error: “Estamos
solos”. En realidad no estamos solos, estamos en comunión profunda,
acompañados. El universo no es neutro, no nos es adverso. El mundo ya es
nuestro, nosotros somos el mundo. El mundo no es propenso.
El todo se conjura
para que nosotros seamos lo que tenemos que ser. Cuando uno está bien, todo se
coloca.
Hay tres líneas de
vivir equivocadas:
a) Trabajo: no es
una conquista, no se trata de triunfar. El
trabajo esencial es el trabajo interior. Si tú te trabajas a ti mismo, todo
se pone en su lugar.
b) El amor, la
sexualidad. Seguimos siendo víctimas de lo que dicen los medios de comunicación.
Es un mito pensar que “alguien” te va a dar la felicidad. Es cada vez más
patente que las parejas no están funcionando. Hay que diferenciar entre amor y
cariño. Puedes amar al enemigo, pero no le tienes cariño.
c) Relación con
los demás. A los demás podemos ayudarlos, ignorarlos o utilizarlos. Las tres posturas
están equivocados. A los demás hay que
dejarles un poco en paz. Tener el coraje de no intervenir, de no querer
arreglar las cosas. Eso significa que no tienes nada que hacer fuera, sino
dentro de ti. Se puede vivir en paz. Cuando Jesús dijo que el Reino de Dios
está dentro de nosotros, es verdad.
Hay tres guías de
salida: Pasión, contemplación y estudio. Entender las cosas ayuda. Pensar es
bueno, lo que es malo es pensar en exceso. La contemplación es mirar con
detenimiento, y dejar que las cosas nos topen, es dedicar tiempo a observar, El
poder de la observación es enorme. La contemplación ayuda a integrar el
estudio.
El aprendizaje es
fisiología, lo que aprender te cambia las normas. La pasión es pasividad,
padecimiento, no escaparnos. Si la vida nos toca, vamos a padecer, a purificar.
Nuestro principal deber es limpiarnos.
Estas vías de
salida tienen tres ámbitos de trabajo; las emociones, los sentimientos y los
pensamientos.
Las emociones
sobrevienen, pero podemos observarlas, distanciarme de ellas, y así no soy
víctima. Toda la práctica meditativa tiene como fin detener el asalto de la emoción.
Eso es ecuanimidad. Darnos cuenta de que la realidad no es problemática. Hay un
problema que es mental, y se puede convertir en sentimental. Somos responsables
de nuestra felicidad o infelicidad. No puedes cambiar la realidad externa, pero
puedes cambiar tus sentimientos. Estamos llamados a ser señores, no a ser
víctimas., El pensamiento y el sentimiento correcto nos va a dar energía vital.
Conclusiones:
El siglo XXI será
espiritual o no será.
La ciencia empieza
a descubrir lo que la mística ha dicho siempre.
Un reducido tanto
por ciento de la humanidad está despierto, es decir, se hace cargo de esto. La
esperanza es una virtud que podemos cultivar, y cultivarla nos va a hacer bien.
La esperanza no es lo mismo que el optimismo, el optimismo es más bien de
carácter.
No seamos necios.
Tenemos un criterio de oro: “Por los
frutos los conocerás”. Por los frutos vamos a conocer a la gente o ese
movimiento o idea”. Si esa idea da esperanza, es una buena idea. Si una idea
genera nihilismo, no es buena. Hemos sido seducidos por lo oscuro. La cultura
nos hipnotiza con la sombra. Nos parece que lo terrible tiene más fuerza que lo
luminoso. Lo que da frutos malos no es bueno.
Hay un manantial
del que se puede sacar agua cristalina, y es el manantial de la sabiduría.
Preguntas
¿Los errores son
oportunidades de aprender? Pesan que controlamos la realidad es una estupidez.
La vida cambia permanentemente y no hay que estar en contra, sino a favor de la
vida. Los caminos son la meditación y el diálogo.
Somos novatos,
aprendemos cada día, y eso nos ayuda a estar vivos.
¿Por qué prolifera
el mal?
Pasan cosas muy
buenas, pero nos pasan las noticias oscuras. Hay problemas, pero queremos
superar la ignorancia y no nos gusta lo oscuro. El mal tiene su poder de seduccíon.
Hay algo dentro de nosotros que no está bien, pero se puede limpiar, se puede
corregir. Nuestra tarea es ser personas luminosas. En cuanto te pones en
camino, empiezas a estar mejor. No es un camino complicado, es largo hay
sinuoso, pero vale la pena recorrerlo.
Habla un
psicólogo: Una paciente le decía que tiene un patio y lo ha decorado. Lo
disfruta poco porque siente que debe de hacer algo. Recordaba que de niña, veía
a su abuela viendo la ventana y meditaba. El celular ha distorsionado nuestra
realidad. La gente lee poco. Hay una fán de rendimiento. El tiempo hay que
vivirlo, no aprovecharlo. No es una naranja que hay que estar apretando continuamente.
Otra pregunta. La
respuesta: La diferencia entre ignorar y dejar en paz es que, al dejar en paz,
nos interesa esa persona, pero el trabajo lo haces en ti mismo, no en otras
personas. Casi siempre es mejor no hablar. A veces podemos no intervenir en una
conversación porque frecuentemente lo hacemos sólo para afirmar lo que sabemos.
¿Por qué la vida
es para aprender? ¿Por qué es un camino y tenemos que construirnos? Intentar
crecer ya nos tiene entretenidos. Tratemos de vivir con plenitud y que redunde
en los demás. Los sabios son felices, sino no serían sabios. Los sabios están
bien y ayudan a que los demás estén bien. Si no estamos bien con nosotros mismos
no podemos amar. Que no nos entretengamos con lo accidental, que vayamos al núcleo
de la cuestión.
¿Hasta qué punto
nos conviene la cultura? Cultura tiene que ver con cultivar y con culto. El
culto que la vida nos pide es el crecimiento personal.
Hay pocas novelas
de la luz, una de ellas es el Principito. Desde el romanticismo en adelante es
así.
La esperanza es un
motor fenomenal. La gente que da esperanza nos da energía.
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