¿Quién soy yo? ¿Quién eres tú? ¡Conferencia fenomenal!


 

https://youtu.be/oTXzmjgSe7c

Pablo d’Ors

El ego es nuestro modo de mirar el mundo, es el deseo de apropiarnos de cosas. ¿Es posible vivir sin ego?

Al Premio Nobel de literatura chino (2000), Gao Xingjian, le hicieron dos preguntas que fueron largas, duraron 5 minutos, y el chino respondió a la primera pregunta: “Yo creo que sí”, y a la segunda: “Yo creo que no”. Allí se ve el ego del entrevistador

El ego es un error de perspectiva, es pensar que el mundo gira en torno a ti. Es una perspectiva un tanto limitada. Podemos girar ese foco y darnos cuenta de lo que es la vida. Los estadios de la humanidad son: la inocencia, la ignorancia y la sabiduría.

Todos estamos llamados al estadio de la sabiduría, ¿qué es la s? se trata de romper el envoltorio, que corresponde a los mecanismos de defensa, atravesar el territorio sombrío, y llegar al territorio de luz. La luz es la otra cara de las sombras. Este núcleo de luz que somos, es lo que en esencia somos, es el yo profundo. La espiritualidad nos conduce de la ignorancia a la sabiduría. Este camino lo recorremos con mucha dificultad porque vivimos con dos mitos trasnochados: el mito del pensamiento y el de la acción. Creemos que estamos aquí para pensar y para hacer. Esto está bien cuando hay un problema práctico. Si has perdido un ser querido, por mucho que pensemos no se va a resolver. Podemos afrontarlo de manera diferente. Hay cosas que se explican con la ciencia y con la técnica. El problema es que tenemos una visión mecanicista y fragmentada del universo. Por una parte está el mundo, y hay que someterlo, y por otro lado estamos nosotros. Observamos el universo para tratar de sacarle partido. Somos parte del universo, estamos interconectados. La manera anterior es el mundo y yo. El paradigma nuevo es que no se trata de salir fuera. Si te cambias tú, cambia el mundo.

El mundo no está para ser transformado sino para ser contemplado y disfrutado., Antes de hacer hay que mirar. No hay que tener miedo al disfrute, es decir, a la comunión con la realidad.

Hemos sido educados con un punto de partida erróneo, también es verdad que el camino a la sabiduría debe pasar por el error.

Hay otro error: “Estamos solos”. En realidad no estamos solos, estamos en comunión profunda, acompañados. El universo no es neutro, no nos es adverso. El mundo ya es nuestro, nosotros somos el mundo. El mundo no es propenso.

El todo se conjura para que nosotros seamos lo que tenemos que ser. Cuando uno está bien, todo se coloca.

Hay tres líneas de vivir equivocadas:

a) Trabajo: no es una conquista, no se trata de triunfar. El trabajo esencial es el trabajo interior. Si tú te trabajas a ti mismo, todo se pone en su lugar.

b) El amor, la sexualidad. Seguimos siendo víctimas de lo que dicen los medios de comunicación. Es un mito pensar que “alguien” te va a dar la felicidad. Es cada vez más patente que las parejas no están funcionando. Hay que diferenciar entre amor y cariño. Puedes amar al enemigo, pero no le tienes cariño.

c) Relación con los demás. A los demás podemos ayudarlos, ignorarlos o utilizarlos. Las tres posturas están equivocados. A los demás hay que dejarles un poco en paz. Tener el coraje de no intervenir, de no querer arreglar las cosas. Eso significa que no tienes nada que hacer fuera, sino dentro de ti. Se puede vivir en paz. Cuando Jesús dijo que el Reino de Dios está dentro de nosotros, es verdad.

Hay tres guías de salida: Pasión, contemplación y estudio. Entender las cosas ayuda. Pensar es bueno, lo que es malo es pensar en exceso. La contemplación es mirar con detenimiento, y dejar que las cosas nos topen, es dedicar tiempo a observar, El poder de la observación es enorme. La contemplación ayuda a integrar el estudio.

El aprendizaje es fisiología, lo que aprender te cambia las normas. La pasión es pasividad, padecimiento, no escaparnos. Si la vida nos toca, vamos a padecer, a purificar. Nuestro principal deber es limpiarnos.

Estas vías de salida tienen tres ámbitos de trabajo; las emociones, los sentimientos y los pensamientos.

Las emociones sobrevienen, pero podemos observarlas, distanciarme de ellas, y así no soy víctima. Toda la práctica meditativa tiene como fin detener el asalto de la emoción. Eso es ecuanimidad. Darnos cuenta de que la realidad no es problemática. Hay un problema que es mental, y se puede convertir en sentimental. Somos responsables de nuestra felicidad o infelicidad. No puedes cambiar la realidad externa, pero puedes cambiar tus sentimientos. Estamos llamados a ser señores, no a ser víctimas., El pensamiento y el sentimiento correcto nos va a dar energía vital.

Conclusiones:

El siglo XXI será espiritual o no será.

La ciencia empieza a descubrir lo que la mística ha dicho siempre.

Un reducido tanto por ciento de la humanidad está despierto, es decir, se hace cargo de esto. La esperanza es una virtud que podemos cultivar, y cultivarla nos va a hacer bien. La esperanza no es lo mismo que el optimismo, el optimismo es más bien de carácter.

No seamos necios. Tenemos un criterio de oro: “Por los frutos los conocerás”. Por los frutos vamos a conocer a la gente o ese movimiento o idea”. Si esa idea da esperanza, es una buena idea. Si una idea genera nihilismo, no es buena. Hemos sido seducidos por lo oscuro. La cultura nos hipnotiza con la sombra. Nos parece que lo terrible tiene más fuerza que lo luminoso. Lo que da frutos malos no es bueno.

Hay un manantial del que se puede sacar agua cristalina, y es el manantial de la sabiduría.

Preguntas

¿Los errores son oportunidades de aprender? Pesan que controlamos la realidad es una estupidez. La vida cambia permanentemente y no hay que estar en contra, sino a favor de la vida. Los caminos son la meditación y el diálogo.

Somos novatos, aprendemos cada día, y eso nos ayuda a estar vivos.

¿Por qué prolifera el mal?

Pasan cosas muy buenas, pero nos pasan las noticias oscuras. Hay problemas, pero queremos superar la ignorancia y no nos gusta lo oscuro. El mal tiene su poder de seduccíon. Hay algo dentro de nosotros que no está bien, pero se puede limpiar, se puede corregir. Nuestra tarea es ser personas luminosas. En cuanto te pones en camino, empiezas a estar mejor. No es un camino complicado, es largo hay sinuoso, pero vale la pena recorrerlo.

Habla un psicólogo: Una paciente le decía que tiene un patio y lo ha decorado. Lo disfruta poco porque siente que debe de hacer algo. Recordaba que de niña, veía a su abuela viendo la ventana y meditaba. El celular ha distorsionado nuestra realidad. La gente lee poco. Hay una fán de rendimiento. El tiempo hay que vivirlo, no aprovecharlo. No es una naranja que hay que estar apretando continuamente.

Otra pregunta. La respuesta: La diferencia entre ignorar y dejar en paz es que, al dejar en paz, nos interesa esa persona, pero el trabajo lo haces en ti mismo, no en otras personas. Casi siempre es mejor no hablar. A veces podemos no intervenir en una conversación porque frecuentemente lo hacemos sólo para afirmar lo que sabemos.

¿Por qué la vida es para aprender? ¿Por qué es un camino y tenemos que construirnos? Intentar crecer ya nos tiene entretenidos. Tratemos de vivir con plenitud y que redunde en los demás. Los sabios son felices, sino no serían sabios. Los sabios están bien y ayudan a que los demás estén bien. Si no estamos bien con nosotros mismos no podemos amar. Que no nos entretengamos con lo accidental, que vayamos al núcleo de la cuestión.

¿Hasta qué punto nos conviene la cultura? Cultura tiene que ver con cultivar y con culto. El culto que la vida nos pide es el crecimiento personal.

Hay pocas novelas de la luz, una de ellas es el Principito. Desde el romanticismo en adelante es así.

La esperanza es un motor fenomenal. La gente que da esperanza nos da energía.

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