San Vicente Ferrer profetizó cuatro engaños
El ángel del Apocalipsis, la obra tan desconocida del santo
valenciano San Vicente Ferrer, nos habla del Anticristo. De ahí también el
apodo con el que se conoce a San Vicente Ferrer, ‘el ángel del apocalipsis',
como reza el título de su obra poco conocida.
»Él distinguía la sutileza, el engaño, la
astucia, la maldad con la que el Anticristo tratará de engañar primero a las
personas mundanas, a todos aquellos que están inmersos en los tres becerros de
oro que Satanás ofrece al mundo: la lujuria, el poder y la riqueza. Les
ofrecerá estos becerros y ellos los aceptarán de mil amores y ello supondrá,
advierte San Vicente Ferrer, su propia condenación.
»El Anticristo también intentará engañar a los
simples. Es curiosa la acepción de los simples. Por simples entendía el santo a
quienes, cuando sobrevenga el castigo, tendrán el corazón puesto en el cielo,
es decir, los buenos y rectos cristianos. Que también, ¡cómo no!, serán
objetivo prioritario del Anticristo. ¿Y cómo se las ingeniará para engañarlos
como a los mundanos? Pues haciendo 'milagros'. En el Apocalipsis está claro que
el Anticristo 'el mono de Dios', tratará de imitarle haciendo falsos milagros
que será creídos por los llamados ‘simples’, que serán así engañados por el
Anticristo.
»El Anticristo tratará también de seducir a los
sacerdotes, a las personas consagradas. ¿Cómo? Ofreciéndoles los becerros de
oro, exactamente igual que a los mundanos. Apartándoles de la administración de
los sacramentos y sumiéndoles en una vida ajena por completo a la entrega a
Cristo y al prójimo. Con eso se llevará por delante miles y miles de almas.
»Pero no solo los simples, no solo los mundanos,
no solo los sacerdotes. También intentará engañar a los santos, aunque santo no
hay nadie en la tierra, los santos están solo en el cielo. Pero, en palabras de
San Vicente Ferrer, estas personas que él califica de perfectas y celestiales
serán las que puedan, con la imprescindible ayuda de Dios, plantar cara al
Anticristo, renegar de él, y por el contrario abrazar la fe de Cristo. Ellos
serán pasto de la violencia más inusitada desatada por el Anticristo. Dicen los
doctores de la Iglesia que no serán nada los tormentos de los mártires en toda
la historia de la Iglesia comparado con los que sufrirán estos apóstoles de los
últimos tiempos a manos del Anticristo.
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