El Anticristo, según Castellani
Dura 1.02 horas
RESUMEN: Todo lo que creó Dios es bueno y nunca deja de ser
bueno por más que pueda desviarse y corromperse en la superficie. El diablo
puede desviar pero no aniquilar. La clave de la historia es Cristo, pero el
hombre sin ley es el Anticristo. También él es la clave de la historia. Se ha
escrito mucho sobre Cristo y sobre el Anticristo. San Pablo lo llama “hombre de
pecado”, “hombre sin ley”. Desde hace 21 siglos se está especulando sobre este
personaje, creyentes y no creyentes se interesan, es un tema de la Filosofía de
la cultura.
Vlaldímir Soloviev, filósofo ruso, escribe sobre el tema y
lo vamos a resumir. Afirma que, en el siglo presente, se ha formado una
religión sincrética con influencia del naturalismo. Cuando el hombre está
saciado quiere diversiones. Soloviev no se atrevió a describir la parusía, sólo
habló de los testigos muertos y resucitados.
El Imperio Romano tenía cuatro elementos: La familia, la
propiedad, el ejército y la religión, por eso algunos –como Leonardo
Castellani- dicen que no ha perecido. Son instituciones que hoy día están
atacadas violentamente, pero no están derrivadas aún. La romanidad se mantuvo, porque
en lugar del emperador estaban el Papa y los obispos.
El cristiano va a vivir en agonía, pero en realidad es un
parto en el que nace la nueva cristiandad.
Viene la batalla de Armagedón, con la derrota del
Anticristo. Es un símbolo, no sabemos cómo será, pero triunfa Cristo. Luego
viene el milenio de paz, que no tiene por qué ser de mil años, sino que es un
modo de decir que es un periodo de paz y del Reino de Dios en la tierra.
El cristiano debe amar los bienes eternos, sin despreciar
los bienes temporales. Toda la creación es buena y su señor y dueño es Cristo.
El demonio es un usurpador que da muerte. El demonio no va a abandonar su
dominio sin lucha, actúa con duplicada furia porque sabe que le queda poco
tiempo. El demonio actúa con disimulo, haciendo creer que puede poco, pero en
los últimos tiempos, va a jugar el todo por el todo, y su última carta será ese
hombre misterioso al que llamamos Anticristo, enteramente perverso y entregado
al Perverso.
El profeta Daniel habla de la “devastación abominable” que
se puede aplicar a Antíoco IV y al Anticristo. Cristo aludió también a esto.
Cuando venga no va a hacer mas que recoger los programas que le han ido
haciendo, y algunos autores, como Proudon y Kant decían ¡Ven Señor Antijesús!
San Pío X hizo una encíclica poco conocida, Ex supremi, donde habla de este
personaje, antes de la Primera Guerra Mundial. Habla de la apostasía, sobre
todo en Alemania, Inglaterra y Francia, donde parecía haber llegado a una
apostasía general, parecía que Francia estaba perdida. “El hombre con temeridad
suma invade el lugar de Dios (…) y busca que este mundo sea un templo donde sea
adorado”, dice Pío X.
A lo que dice Castellani, sólo tendríamos que añadir lo que
mencionó Benedicto XVI: un elemento importante de esta última batalla, del demonio,
es la ideología de género, que trata de destruir a la familia y al individuo
mismo con su propia deconstrucción.
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