El Triunfo del Bien
Parece que
nada bueno ocurriera. En estos momentos el hombre vive con angustia existencial.
Toda la creatividad natural que el hombre tiene, está saturada por la presión
de los tiempos. Hay una pérdida de esperanza por la contaminación existente,
pero en medio de todo esto está Dios, hay más bien que mal, sin embargo, el mal
es el que encuentra eco en los medios de comunicación. El espíritu del mal es
minoría, pero el mal es escandaloso. Nada se mueve sin el querer de Dios. El
bien no será nunca abrasado por el mal.
El triunfo del bien es la promesa del Señor de que las puertas del
infierno no prevalecerán. San Pablo dice que al final llegará la apostasía
general: muchos renegarán de la fe. Los falsos profetas dan fechas exactas de
lo que va a suceder. Jesús dijo: Nadie sabe el día ni la hora.
Una persona
que perdió el alimento del alma, la Eucaristía –como los protestantes-, no
puede interpretar correctamente la Palabra de Dios. Es una herejía negar la
presencia de Cristo en la Eucaristía y negar la Inmaculada Concepción, la virginidad
de Santa María. Los protestantes no saben las tradiciones sagradas, no pueden
conocer plenamente la Biblia. Hay católicos tan desnutridos espiritualmente que
van a recoger las enseñanzas de la Reforma protestante. La doctrina de la
Iglesia está basada en el Evangelio. Antes de tener el Nuevo Testamento
teníamos la verdad predicada a pie. Las sectas pretenden, que si no tenemos su
predicación, estamos equivocados.
Sólo podemos entender el Evangelio si
partimos de que Jesús vino por los enfermos, por los pecadores, no por los
sanos. Mis hermanos son los que hacen la Voluntad de Dios Padre, hay que saber
quién es quién. No denunciamos personas, denunciamos errores, herejías. Ante
las personas debe haber cariño, comprensión.
Estamos en
el triunfo del espíritu. Hay muchos testimonios de que la luz triunfa en muchas
vidas sobre las tinieblas. Todo el que acude a la misericordia de Dios
encuentra el triunfo del bien, sin importar las vicisitudes de este mundo. El
triunfo está dado para aquel que ya no busca el triunfo terrenal, el triunfo humano
empieza cuando el hombre ya no busca triunfos temporales. El diablo no tiene
poder porque fue derrotado en la Cruz. Tiene poder cuando nosotros se lo damos con el pecado. ¿Quién se puede
contaminar? El que está en pecado.
Comentarios
Publicar un comentario