Lo que merece ser conocido de las Artes Plásticas para tener cultura
El historiador español Carlos Vidal, en su libro El camino hacia la cultura, comenta que hay
que acercarse a las denominadas artes plásticas, es decir, la Arquitectura, Pintura y Escultura, para
apreciar lo que grandes artistas nos han legado. Aquí sólo daremos unas cuantas
pinceladas para animar al lector a buscar más información.
Arquitectura
Hay que saber identificar algunas obras maestras de
arquitectura, como las pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos en Gizah
(Egipto); las ciudades mayas de Tikal, Copán, Palenque y Chichen Itzá; el
Machupichu peruano: el Partenón, en Grecia.
En Roma sobresale el Coliseo, el Panteón, las Termas
de Caracalla, las catacumbas de San Calixto, la basílica romana de Santa María
la Mayor y Santa Sabina.
Santa Sofía de Constantinopla se encuentra en
Estambul, Turquía. Pasó de ser iglesia católica a mezquita y, por último, a ser
museo a cargo de los musulmanes del lugar.
En China, se puede contemplar la Gran Muralla, desde
la luna, a través de un satélite. En España, las catedrales de Burgos, Toledo y
León; la catedral de Florencia; el monasterio de El Escorial; la basílica de
San Pedro. La iglesia de la Compañía de Cuzco, Perú; la capilla del Rosario de
la Iglesia de Santo Domingo, en Puebla; Las iglesias de Santa Prisca, de Taxco
y la jesuítica del convento de Tepotzotlán; el Palacio de Versalles y la Plaza
de la Concordia, en Francia; el Palacio de Blenheim y el Banco de Inglaterra,
etc.
Entre las obras de arquitectura contemporánea están: el Crystal Palace, de Londres; la
biblioteca parisina de Santa Genoveva; la iglesia de la Sagrada Familia de
Barcelona, de Gaudí; la Ópera de Sydney, en Australia; la Casa de la Cascada,
en Pensilvania; el Museo Guggenheim, de Nueva York; el edificio del Seguro
Nacional, de Chicago, etc.
Pintura
En cuanto a la pintura podemos decir que, en Egipto,
la pintura comenzó en las tumbas de los faraones. Encontramos pintura
rudimentaria en las catacumbas de Roma, y, posteriormente, en los mosaicos del
siglo VI de las iglesias de Rávena y en los de la corte imperial de Bizancio.
En la Edad Media sobresalen las
pinturas del Beato de Liébana. La llegada del estilo gótico significará un paso
más hacia el naturalismo y hacia nuevas técnicas pictóricas como las dedicadas
a cubrir las vidrieras de las catedrales.
En Italia, durante el Renacimiento, surgen muchos pintores como el Giotto, que es medieval pero tiene ya un enfoque renacentista.
Leonardo da Vinci nos dejó la Gioconda,
la Última Cena, La Virgen de las Rocas y mucho más; hay un verdadero
torbellino de creatividad en Italia con Paolo Uccello, Piero della Francesca,
Domenico Veneziano, Giovani Bellini, Rafael y Miguel Ángel Buonarroti.
La pintura manierista
está representado por El Greco, Tintoretto y Angelo Bronzino, etc.
Del Barroco
sobresalen, en España, Diego Velázquez, con Las Hilanderas; Francisco de
Zurbarán con Santa Casilda, José de
Ribera, con La Sagrada Familia y Bartolomé
Esteban Murillo, famoso por su Sagrada Familia del pajarito. Del Barroco
protestante encontramos a Rembrandt y a Jan Vermeer.
El pintor
romántico más grande fue el español Francisco de Goya, si bien rebasó los
límites de ese estilo.
En la pintura
impresionista están Eduardo Manet, Edgar Degas, Claude Monet, Camille Pissarro
y Auguste Renoir. En la pintura postimpresionista encontramos a Cezanne, Vicent
van Gogh, Paul Gauguin y Henri de Toulouse-Lautrec.
En pintura de la primera mitad del siglo XX
sobresalen: Henri Matisse, Pablo Picasso, Georges Braque, Salvador Dalí y Joan
Miró, entre otros.
Escultura
La cima de la escultura antigua se alcanza en Grecia.
Desde el siglo V a.C. la escultura se convierte en un arte de una
extraordinaria belleza en que la figura humana aparece reproducida en todo su
esplendor. Entre ellas se encuentra el Discóbolo
de Mirón, la Afrodita de Gnido de
Praxíteles, la Victoria de Samotracia, el Lacoonte, etc.
El apogeo de la
escultura medieval se dio en el gótico, entre ellas se cuentan las
esculturas de la catedral de Chartres, Catedrales de Reims, Burgos, Toledo y León;
el Pozo de Moisés, en la Cartuja de
Champmol, en Dijon, etc.
En el
Renacimiento sobresale Lorenzo Ghiberti, quien realizó las dos puertas de
bronce para el baptisterio de Florencia. En Siena destacó Jacopo della Quercia
con altorelieves de mármol titulados La
creación de Adán, La tentación y La
Expulsión del paraíso.
El Manierismo
en España encuentra su principal exponente en Alonso Berruguete, y en Italia quizás
en Lorenzo Bernini.
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