El buen vestir
El hombre es el único mamífero que nace sin una cobertura adecuada para
sobrevivir. Desde su origen ha tenido la necesidad de cubrirse para sobrevivir
en su medio ambiente específico. Este vestir no ha sido simplemente una manera de
protegerse sino también lo ha hecho de manera que se adorna, ya sea con
pinturas, pieles y textiles. Ha buscado dar un estilo personal a esa manera de
cubrirse. Podemos decir que la moda completa mi humanidad personal.
Mi forma de vestir expresa algo más que el lo que cubre mi cuerpo,
simboliza algo que no se ve, expresa mi interioridad hacia afuera.
Con el vestir expreso sentimientos (negro = luto, blanco = pureza, color
=alegría, etc.) puedo reflejar autoridad, poder (torero, ejecutivo, presidente),
y hasta formas de ser (rebelde, conservador, contemporáneo, etc.), lo sagrado
(sotana) y lo profano.
Ser persona implica tener una
interioridad y una exterioridad que no se deben separar. Al ver por primera vez
a una persona formamos instintivamente un primer concepto de su personalidad a
través de su aspecto externo.
¿Qué imagen das tú, de verdad
muestras tu interioridad por como te vistes, o por ir a la moda das una
apariencia de alguien que no eres?
Cada persona debe imponer su
ambiente, no importa chocar con lo que “todo el mundo hace” hay que ir con
nuestra propia naturaleza. La naturaleza de la mujer es querer lucir bien. Ese
lucir bien es un conjunto de cualidades externas que deben reflejar equilibrio,
personalidad y educación. Mi forma de vestir me debe llevar a actuar segura,
con naturalidad y distinción sabiendo conducirme con dignidad porque soy
persona y no cualquier persona, soy yo.
Por la falta de madurez y auto conocimiento nos dejamos vestir como
quieren unas cuantas personas. Que yo luzca y me vea bien puede ser porque a
“mi me da la gana”, no porque así viste tal cantante o tal modista. Para muchos
modistos la moda no es más que un negocio, para otros es reducir a la mujer a
un objeto de placer o confunden el tener siempre más y lo mejor con el valor de
la persona.
La moda debe poner un moderado realce de la belleza del cuerpo humano,
pero de manera que no quede ofuscado, reducido, sino exaltado. Mi buena
presencia debe elevar los pensamientos, facilitar la convivencia y refrenar los
posibles malos pensamientos en los demás (críticas, deseos, envidias, etc.).
Cuando perdemos la estética nos animalizamos, lo que no te hace ser mejor
persona, te animaliza. Una persona que va mal arreglada, mal vestida, resulta antipática.
La persona es un ser interior,
el pudor es parte de esa interioridad, mis pensamientos, gustos, secretos, mi
cuerpo, son parte de esa intimidad. Muchas mujeres visten con la moda de manera
irreflexiva, no valoran el tesoro de la
intimidad. Mi intimidad soy yo, mi cuerpo es parte de mi yo, no es del
dominio público, es personal, y yo debo ser el tutor de esa intimidad. Cuando visto de una manera poco digna, doy
una imagen de que esa interioridad no es importante, la comparto con cualquier
mirada y me denigro.
¿Hay que estar a la moda? Sí, pero con estilo personal. Dando con mi
vestir, un reflejo de mi alma y de mi intimidad que debe ser de atractiva, de
tal modo que quien me vea tenga la imagen de la persona que yo quiero reflejar.
¿Quieres
gustarle a un chico? Que sea
por ser tú, porque tienes garbo, simpatía humana, por tu sonrisa, por tu
capacidad humana, no por tu peso o porque enseñes tu cuerpo. ¡Que tu forma de
vestir sea la puerta para descubrir la gran persona que eres tú!
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