La Castidad en los adolescentes

 


Según cifras oficiales, sólo el 23% de los adolescentes han tenido relaciones sexuales en México.

Los padres de familia deben de explicar a sus hijos la conveniencia de guardar su cuerpo para un futuro matrimonio, a fin de ser más felices y de hacer feliz a su pareja. ¿Por qué esperar? Para amar más y mejor.

Edith Stein advierte: Una persona educada es aquella a la que le sabe bien lo bueno y le sabe mal, lo malo.

Muchos jóvenes actuales se preguntan: ¿Por qué no tener relaciones sexuales fuera del matrimonio? Porque Dios no lo quiere. El sexto mandamiento dice: “No cometerás actos impuros”. ¿Cuál es el mayor deseo del hombre? Es ver a Dios. Y Jesús dijo: “Bienaventurados los limpios de corazón porque verán a Dios”. “El que ve a Dios obtiene todos los bienes que se pueden concebir” (San Gregorio de Nisa).

La virtud que más brilla en el paraíso es la pureza, dice San Juan Bosco.

El noveno mandamiento exige vencer la concupiscencia carnal en los pensamientos y en los deseos. Esta lucha supone la práctica de la templanza. Todas las épocas han pedido templanza en la educación de los niños y de los jóvenes; pero ahora se nos quiere educar en la destemplanza y por eso vemos tantos males, robos y excesos de todo tipo.

La castidad no se limita a actos externos, entre otras cosas porque la sexualidad es también interior. Hay que explicar a los hijos que, si los jóvenes tienen relaciones prematrimoniales se están predisponiendo a futuras batallas mentales, porque las relaciones sexuales son vinculantes -unen física y mentalmente-, y hemos de reconocer que la mente es la fuerza sexual número uno.

Hay que valorar en primer lugar a la persona. Decir: “Mi futuro(a) esposo(a) vale tanto, que debo esperar a estar preparado(s) y maduro para afrontar la vida matrimonial. Y si he fallado, a partir de ahora vuelvo a empezar. La mayoría de los adolescentes desean desesperadamente normas y dirección. Probablemente no lo reconozcan, pero en el fondo desean que alguien les diga: “No más allá”, o “hasta aquí”.

Paul Claudel, el autor de El Principito, le escribía a Jacques Rivière: La castidad te volverá vigoroso, alerta, pronto, penetrante, claro como golpe de trompeta y espléndido como el sol de la mañana. La vida te parecerá plena de sabor; el mundo, lleno de sentido y de belleza. A medida que avances, las cosas serán más fáciles. Y los obstáculos que te parecían formidables, te harán sonreír. (Correspondence).

Vivir la continencia sexual les a los jóvenes ahorra el dolor de las enfermedades de transmisión sexual, el problema de un embarazo no deseado y una serie de problemas inimaginables, como tener que cargar con las consecuencias de un aborto. A continuación mencionamos algunas pinceladas de las consecuencias de abortar.

La verdadera fuerza de los defensores del aborto está en que no aceptan la castidad como conducta que puede ser exigida. Tal es el modo más común de concebir y practicar la sexualidad, aunque la fuerza de la verdad de las cosas, la ley natural, mantenga vivo el rechazo al aborto.

Hoy en día el ejercicio de la sexualidad va unido al contagio y a la muerte. Los riesgos de contagio han llevado a revalorizar la fidelidad matrimonial y la monogamia.

El sexo debe ser un encuentro, no un ejercicio. Y si se queda en ejercicio, estamos cerca del hedonismo: la búsqueda del placer individual, de la autosatisfacción, que es una de las patologías de la ética del amor propio. Se busca el placer de uno mismo, e importa poco si otro se encuentra bien o no.

 

La experiencia de Estados Unidos

Los abusos a menores se incrementaron 500% desde la legislación del aborto en Estados Unidos (Human Life International: www.hli.org).

La muerte de la mujer por aborto no disminuyó al legalizarse en Estados Unidos, en 1973, sino que lo que ha evitado las muertes es el descubrimiento y uso de antibióticos para curar las infecciones (Elliot Institute: www.afterabortion.org).

El 10% de los abortos tienen complicaciones inmediatas, de las cuales el 2% corren peligro de muerte.

Las mujeres que han abortado enfrentan un 58% más de riesgo de morir en un embarazo posterior que las que no lo han hecho (Elliot Institute).

En Estados Unidos el aborto es legal y es la quinta causa de muerte materna (por hemorragia, infecciones, problemas de anestesia, embolia…). Mientras las complicaciones inmediatas por lo general son tratables, éstas llevan a daños más serios, a largo plazo, en cuanto a la reproducción.

§  Entre el 3 y el 5% han quedado estériles. Este riesgo aumenta cuando se tiene una enfermedad venérea.

§  Si se presentan infecciones después del aborto, tienen una probabilidad del 5 al 8% de tener un embarazo ectópico (implantación en las trompas, con riesgo de la vida si no se atiende).

§  Aumenta el riesgo de perder a un próximo bebé y/o de su niño tenga un nacimiento prematuro.

§  Daño en el equilibrio psíquico de ambos padres.

§  En EE.UU. se pierden anualmente 100.000 bebés deseados al año porque sus madres han abortado anteriormente.


La novedad del anuncio cristiano no consiste en un pensamiento, sino en un hecho: “El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros” (Juan 1,14). Dios se ha hecho carne, Dios mismo ha entrado en la historia del hombre.

Platón, filósofo pre-cristiano escribió: “Busca la verdad mientras eres joven porque, si n o lo hicieras, después se te escapará de las manos”. Palabras de gran actualidad

 


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