Angelus y Regina coeli


 

Todos los días, en algún lugar del mundo dan las doce –por el movimiento de rotación de la tierra-  y se reza el Angelus sucesivamente. Al rezar esta oración centrada en la encarnación del Verbo, nos sumergimos en la contemplación del misterio de Cristo. Las palabras de esta oración son cruciales, “¡son palabras extremadamente decisivas!, dijo San Juan Pablo II, expresan el núcleo central del acontecimiento más grande que ha tenido lugar en la historia de la humanidad”: En ángel del Señor anunció a María…

El saludo del Ángel dirigido a María, Hija de Sion, es una invitación a aquel gozo mesiánico que en otros tiempos dirigieron los profetas a Jerusalén.

La virgen de Nazaret, en nombre de Israel, es invitada a alegrarse; porque al tomar carne en su seno, el Hijo de Dios viene a la Hija de Sion, pone su morada en medio de ella como rey de la nueva casa de Jacob.

Al anuncio del Ángel corresponde el silencio meditativo de María, silencio que se abre al deseo de una comprensión más amplia. María será como una nueva Arca de la Alianza, porque llevará en su seno al Hijo de Dios.

El fíat de María manifiesta un gozoso deseo de colaborar con lo que Dios quiere de ella. S. Bernardo escribe: " El ángel está aguardando la respuesta. Señora, también nosotros esperamos esa palabra tuya de conmiseración (...) Responde ya, oh Virgen; que nos urge (......). Mira que está a la puerta llamando el deseado de todos los pueblos (Ap. 3,20). (San Bernardo de Claraval, De laudibus Virginis Matris, IV 8 (PL. 183, 83-84).

La costumbre de contemplar el anuncio del ángel Gabriel a María de Nazaret (Lc. I, 26-38) influyó en las comunidades cristianas de los primeros siglos en la comprensión del misterio de la encarnación. Dan fe de ello las aportaciones de los Padres, tanto orientales como occidentales.

El origen del Angelus data del tiempo de las Cruzadas, en los siglos XI y XII, cuando los cristianos marchaban a reconquistar Tierra Santa, se encomendaban a la Virgen rezando tres Avemarías por la mañana, al mediodía y al atardecer.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Quién soy yo?

Semana de oración por la unidad de los cristianos

Plan personal de formación