Custodio de la Tradición



Mons. Isidro Puentes

Mons. Isidro Puentes, erudito en Sagradas Escrituras, afirma: Somos personas que aman a la Iglesia, la obra maestra de Jesucristo. A los sacerdotes les toca cuidar, custodiar, defender, favorecer a la Iglesia, celebrando la Santa Misa con fervor, con unción, con enjundia sacerdotal. ¿Qué es la enjundia? La enjundia es la grasa de las gallinas.        

La palabra manteca viene del griego, mantiké, mantis significa “magia”, porque se pone a freír algún alimento en esa grasa hirviendo y el alimento se hace sabroso. El sacerdote debe tener una cierta magia que hace de la Misa una obra divina, que ya lo es, hace que los fieles se conmuevan. En suma, la Santa Misa es como se salva el mundo.

El sacerdote se ordena para celebrar el Sacramento del altar. El presbítero hace de la Misa una obra divina, y también para los fieles ya que transforma a los fieles.

La destrucción de la Iglesia comenzó en el altar, y entonces, su reconstrucción comenzará en el altar.

La reserva eucarística debe estar en el centro del presbiterio, en el altar, pidió el Papa Benedicto XVI. Y si no es así, se muestra debilidad en la fe.

El Tesoro de la Tradición está en la Liturgia y la Liturgia es “regla de fe”. La regla de la fe es la oración, lex orandi, lex credendi y de ella procede la moral de la Iglesia. La Teología Dogmática equivocada se traslada a la Teología Moral. Hemos de creer lo que siempre, en todas partes y por todos se ha orado, se ha creído. Esa es la Lex credendi. En la Tradición de Iglesia está la esencia del sacerdote.

En resumen, de la doctrina de Jesucristo se deriva la moral, y de la moral brota la liturgia.

El sacerdote predica la doctrina de Jesucristo, es decir habla sobre el Credo, los mandamientos, los sacramentos y la oración. Primero es la Tradición, la criatura viva, y luego es la Escritura.

La obra maestra de Dios en el Antiguo Testamento fue la constitución del pueblo de Israel, donde encontramos reyes santos y profetas santos, y un pueblo sacerdotal, según el sacerdocio de Aarón. ¡El sacerdocio de Cristo cambia todo! Hay un solo sacerdote, Cristo. El sacerdote es otro Cristo. Eso viene de la Tradición. Las olas suben y bajan a la Iglesia, pero no la sumergen.

Cristo no fundó una lata de conservas, la Tradición está viva. La Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo, que crece. El Obispo es custodio de la Tradición, lo mismo los sacerdotes. El custodio ilumina y defiende, es el ángel guardián de la Tradición.

FUENTE: Crisis sacerdotal en la Iglesia Católica   https://youtu.be/RX3yStUfN3Q


 

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