La eficacia de lo sagrado se recibe a modo de recipiente
Amado hijo de mi Sagrado Corazón,
No dudes en escribir, aunque hayas escuchado una frase o idea, porque
también de eso me valgo para inspirarte y todo lo demás, corre por cuenta mía.
Fíjate mi amado, que *el oxígeno es para todos* y se encuentra en
cualquier lado, en las aceras, en las plazas, dentro de las casas o en
cualquier lugar a donde vayas.
Hijo, hay suficiente oxígeno en este mundo para cada persona que habitan en
él, y cada uno inhala oxígeno en sus pulmones, a modo de recipiente. No es
problema la escasez del oxígeno, sino la capacidad que tienen los pulmones de
cada hombre en recibirlo.
Es por ello que el deportista tiene mayor capacidad para recibir el oxígeno que
el sedentario.
Del mismo modo, los Sacramentos. Ellos no tienen límites, y tal como el
oxígeno, pueden variar dependiendo de la capacidad de aquel que lo recibe.
Si tú deseas que mi Voluntad se una con la tuya, no es que mi voluntad sea
limitada, es tu disposición en recibirla.
Si
deseas fundirte por completo en mi Divina voluntad, pues, de una vez y por
todas deja todo aquello que no viene de Mí, y entonces adquirirás más capacidad
para recibir lo que anhelas.
Sería suficiente *recibirme una sola vez sacramentalmente* para convertir el
alma en santa ¡Pero! ¿Conoces tú a alguien que tenga esa capacidad para
recibirme?
Del mismo modo, con tan solo *un acto de amor y una entrega total y sin ninguna
reserva,* podría *fusionarse totalmente* la voluntad humana, con mi Divina
Voluntad, Pero ¿Conoces tú a alguien que tenga esa capacidad para fusionarse?
Así que entiende hijito, la limitación no está ni en los Sacramentos, ni en que
mi voluntad se funda con la voluntad del hombre, sino que *el hombre la recibe
a modo de recipiente.*
Amado, esfuércense, pero no por ustedes mismos, sino en Mí, en ser como el
atleta que tiene *más capacidad de oxigenación* y no como el sedentario, que
habiendo suficiente oxígeno, recibe poco por falta de entrenamiento.
Ahora, mediten estás sencillas palabras para que entiendan como me
quiero dar, a cada uno de ustedes.
Haya paz en sus corazones
Los ama
Su Jesús.
Ciudad de Salta, Argentina

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