Mensaje a los medios masivos de comunicación
Muchos ciudadanos esperamos con ansias buenas
noticias en los medios de comunicación social, y sucede que más bien nos
muestran el lado oscuro del ser humano. Los niños tienen ocurrencias geniales que se podrían transmitir, los
jóvenes tienen iniciativas de juegos o de deportes: muchos padres de familia
hacen esfuerzos admirables para sacar a sus familias adelante. Muchos viciosos
cambian de vida. ¡Eso es lo que queremos oír! Y no cosas que oprimen el corazón
y la mente.
Todos podríamos ayudar
al ambiente si sólo hablamos hablamos bien de los demás y detenemos al que va a
hablar mal de los demás.
Si los gobiernos
quieren ayudar a que la población no se contagie con las más de cincuenta
enfermedades de transmisión sexual que existen, deben promover la abstinencia
sexual. Hacen a lo contrario, promueven el condón, los anticonceptivos y no les
dicen que pueden fallar en al menos un 20% de los casos.
Si los gobiernos
quieren ayudar a que población esté sana, que suba el sueldo mínimo para que
puedan alimentarse mejor, que fomente el arte, los coros, las clases de
pintura, escultura y el deporte o algún instrumento musical.
Un gobierno que quiere fortalecer a su pueblo,
pone condiciones a los medios de comunicación –cine, televisión, radio, prensa,
etc.- para que no fomenten la sexualidad activa en personas solteras, y en
cambio fomente la abstinencia, la buena lectura, las diversiones sanas, el amor
a la cultura, y no para que pongan en situaciones de riesgo a niños,
adolescentes y adultos, con la pornografía, la droga y el sexo fácil.
Conasida reporte que
en México, tres de cada mil personas adultas
pueden ser portadora de VIH, y muchas lo tienen aún en incubación. La
solución no es el condón, es la abstinencia sexual.
Si el sexo se presenta
todo el día en la televisión, ¿cómo esperan que la gente no quiera probarlo?
En el cine todo el
mundo lo hace, casi siempre en la primera cita. Cuando ves esto hasta la
saciedad, empiezas a pensar que las cosas son así y que está bien. Olvidamos
que las películas mienten sobre cómo es la realidad. Allí las parejas no
sienten culpa arrepentimiento, ni contraer enfermedades de transmisión sexual.
¿Alguna vez has visto una película en la que muestre la traición que siente una
mujer al saber que está embarazada y que su novio no quiere volver a verla? No
lo muestran porque no es divertido.
Cuando la gente empieza a ser sexualmente
activo sin estar casado, pierde autoestima automáticamente. Las chicas pueden
sufrir una pérdida aún mayor de respeto de sí mismas. Al animarlas a descubrir
cada centímetro de su piel, la sociedad les enseña que su cuerpo no merece
protección. Alguna puede
entregarse al chico que ama; si él no recibe este don con respeto, la chica se
da cuenta de que sólo fue “usada”.
“Proteger nuestra
virginidad debe ser un acto de conservación muy arraigado –comenta Sean Covey-,
pues he visto a cientos de adolescentes lamentar su pérdida. En el fondo todos
sabeos que si nos decepcionan, sufrimos una pérdida irreparable”.
Lucio pensaban
mantener su virginidad hasta casarse; pero una noche una chica dispuesta a todo
le dijo ‘¿por qué no intentarlo?’. El suceso terminó en un instante y en él no
hubo amor ni intimidad”. Añade: Lo físico fue agradable, pero lo emocional me
resultó muy incómodo”. Se propuso no volver a hacerlo. La abstinencia tiene que
ver con la idea de respetar a la otra persona.
La educación sexual que dan en las escuelas se
debería basar en la abstinencia,
en la belleza del amor que sabe esperar, en la importancia de hacer mucho
deporte, de estudiar en serio y de cultivar buenas amistades, en vez de tratar
de corromper a los jóvenes y de hacerlos promiscuos.
Tu capacidad para dar
vida es como un cerillo: puedes hacer mucho bien o mucho mal. Un cerillo puede
alumbrar a muchos en un cuarto oscuro, pero también puede quemar la casa. No
juegues con fuego.
No te arriesgues a
traer un hijo al mundo hasta que puedas ser un gran padre o madre. Dale a tu
hijo las mejores oportunidades, pero si ya nació y no tienes cómo educarlo,
dalo en adopción. Hay cientos de padres maduros y responsables que desean un
hijo.
El sexo ha empezado a
considerarse como un hobby, algo que
puedes hacer cuando te aburres, cuando te apetece..., sin relación con el amor
o el matrimonio. Eso empobrece mucho a la persona. Se convierte en algo
individual, que se hace para recibir una satisfacción física. Así, la
masturbación y diversas prácticas sexuales buscan sacar una satisfacción extra.
Es como en los deportes extremos: no basta con una vida normal, se busca algo
de más impacto y peligro, porque la vida les parece aburrida.
El problema es el aburrimiento, lo que lleva a
buscar más violencia, más sexo, más emoción. En el fondo es el egoísmo el que
prevalece. Si el joven se entregas a cualquiera, habrá quizás pasión, pero el
sexo dejará de ser “algo especial”. El sexo no tiene significado fuera de contexto.
Quien ama a los seres humanos potencia su
personalidad, promueve que todos puedan ser personas de carácter. Dos rasgos
que condicionan la posibilidad de tener un carácter sólido son la sinceridad y
la fortaleza. Si se olvidan estas cualidades, la persona será mediocre,
insignificante.
A veces nos asombra el crecimiento de corrupción
a nivel de gobernantes y a nivel del pueblo. Y es que existe una estrecha
relación entre la vida casta y la honestidad. Como abunda la pornografía y el
libertinaje, eso se refleja enseguida en la falta de ética en los demás campos.
Pregúntate, ¿qué lees, qué ves, qué amistades tienes? ¿Cómo te diviertes? Cada
uno es responsable de cómo alimenta su
inteligencia.
Hay psicólogos ignorantes –o malvados- que
dicen a los jóvenes que la masturbación es natural, normal, cuando la verdad es
que la masturbación, afecta psicológicamente e inclina a la homosexualidad; además
de ser un pecado, lleva al egoísmo y a que el varón no haga feliz a su mujer en
el matrimonio porque adquiere un ritmo rápido que le lleva a pensar sólo en sí
y no en dar gusto a la mujer amada. A la larga, y a la corta, deteriora la
psicología del individuo.
Si queremos tener
experiencias, leer literatura clásica y aprende de las historias de amor de la
literatura, como “Los Novios”, de Manzini, o Francisco, el expósito, de George
Sand”.
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