La evolución

 


James J. Stenson se doctoró en Biología e Historia de la Ciencia. Fue director de una revista científica estadounidense y se especializó en historia de la evolución.

El tema es apasionante y tiene muchas implicaciones.

Introducción

Desde que Charles Darwin publicó en 1859 su obra El origen de las especies, se ha desencadenado una gran controversia.

El evolucionismo es una mera hipótesis de carácter científico. Hay científicos partidarios de la hipótesis científica creacionista, quienes piensan que las especies han sido creadas separadamente y han sufrido sólo transformaciones menores a lo largo de los siglos.

Otros científicos proclaman el triunfo supremo de la casualidad. Para ellos la materia ha ido evolucionando ciegamente desde la molécula hasta el hombre, sin que intervenga deidad alguna; es decir, todo es fruto del azar.

Los hallazgos del conocimiento científico y de la fe deben complementarse mutuamente, y no contradecirse. Fe y ciencia son compatibles.

El término “evolución”, ¿qué significa?

La evolución puede definirse como un proceso irreversible, en una sola dirección, que tiene lugar en el tiempo, y que durante su desarrollo da lugar a novedades, a diversidades y a niveles más altos de organización.

En el campo de la Biología, la evolución se define como “un proceso por el cual los organismos cambian con el tiempo, de tal modo que los descendientes difieren de sus antepasados”.

Estas definiciones hacen referencia a un proceso, es decir, a una sucesión de hechos observables, medidos a lo largo del tiempo. Por tanto, sus generalizaciones serán necesariamente también de índole material, mecánica.

Un biólogo se preocupa de cómo suceden los fenómenos; pero el porqué se encuentra fuera de sus límites. Los problemas con la fe surgen cuando el término “evolución” se usa en un sentido filosófico amplio. Big bang

El astrofísico, autor de la teoría del Big Bang (Gran explosión) o “huevo cósmico”, George Lemaître, dice que el inicio del universo está en ese estallido. Cuando le preguntaron; “¿Y quién disparó el Big Bang?”, respondió: “Dios”. Uno de sus detractores fue el astrofísico inglés, Fred Hoyle.

Betrand Rusell dice que todo el universo es fruto de la casualidad, del azar. Y ¿de dónde viene todo el universo? Podríamos preguntarles, y contestan: “De la nada”. Y la lógica lleva a plantearse: Y la nada ¿qué puede dar? ¡Nada!

Por otro lado, se ha estudiado que el universo puede estar en expansión o en contracción.

 

 


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