El mayor problema de nuestro tiempo


 El problema mayor de nuestro tiempoes el desprecio inmerecido de la vida humana. Su extrema gravedad se manifiesta, sobre todo, por la campaña mundial de trivialización de las esterilizaciones, la legalización del aborto, y, dentro de poco, de la eutanasia. Esta liberalización provoca problemas más numerosos y más complejos que los que pretende resolver.

Las legislaciones nacionales e internacionales responden a un mismo patrón y pretenden imponerse. Con las leyes de “salud sexual y reproductiva” se quiere enmascarar el aborto. Promueven los derechos que no existen para quitarnos los verdaderos derechos.

En un embarazo, la psicología de la madre pasa casi siempre de la contrariedad a la aceptación y de la aceptación al amor. Probablemente no todos nosotros fuimos deseados, sin embargo, estamos seguros de haber sido acogidos.

De hecho, si se admite que pueden eliminarse todos los indeseables, la sociedad humana se destruye.

¿La mujer es dueña de su cuerpo? Salvo en las regiones donde subsiste la esclavitud, ningún ser humano puede convertirse en propiedad de otro.

Por otro lado, la mayoría de la gente ignora lo que es abortar. No conoce los riesgos para la madre, ni el sufrimiento en el proceso de muerte del hijo. Nadie muestra imágenes y es clave verlas para poder discernir si es esto lo que queremos para los mexicanos. Necesitamos abrir los ojos a la verdad y darnos cuenta de que el vientre materno podría convertirse en el lugar más peligroso del mundo – en una tumba-, si de despenaliza el aborto.

El aborto es el abuso infantil más tremendo que existe. El aborto ha dejado más muertos que cualquier guerra o cualquier ataque terrorista. Comparado con otros procedimientos médicos es uno de los más inseguros. 28 de 36 estudios sobre casos de cáncer de mama delatan que ese cáncer, en muchos casos, es debido a abortos inducidos.

Una vez que el aborto haya sido aceptado, nadie podrá parar otras formas de asesinato y brutalidad, se puede aceptar cualquier violencia.

Vivimos en una época en que las normas sexuales están siendo transformadas poniéndolas completamente al revés. Ninguna sociedad había dicho antes: “Vive tu impulso sexual como quieras. ¡Animalízate!”, sino vive la templanza. Desde tiempos de los griegos se fomentaba la templanza como parte esencial de la educación. 

El problema mayor de nuestro tiempoes el desprecio inmerecido de la vida humana. Su extrema gravedad se manifiesta, sobre todo, por la campaña mundial de trivialización de las esterilizaciones, la legalización del aborto, y, dentro de poco, de la eutanasia. Esta liberalización provoca problemas más numerosos y más complejos que los que pretende resolver.

Las legislaciones nacionales e internacionales responden a un mismo patrón y pretenden imponerse. Con las leyes de “salud sexual y reproductiva” se quiere enmascarar el aborto. Promueven los derechos que no existen para quitarnos los verdaderos derechos.

En un embarazo, la psicología de la madre pasa casi siempre de la contrariedad a la aceptación y de la aceptación al amor. Probablemente no todos nosotros fuimos deseados, sin embargo, estamos seguros de haber sido acogidos.

De hecho, si se admite que pueden eliminarse todos los indeseables, la sociedad humana se destruye.

¿La mujer es dueña de su cuerpo? Salvo en las regiones donde subsiste la esclavitud, ningún ser humano puede convertirse en propiedad de otro.

Por otro lado, la mayoría de la gente ignora lo que es abortar. No conoce los riesgos para la madre, ni el sufrimiento en el proceso de muerte del hijo. Nadie muestra imágenes y es clave verlas para poder discernir si es esto lo que queremos para los mexicanos. Necesitamos abrir los ojos a la verdad y darnos cuenta de que el vientre materno podría convertirse en el lugar más peligroso del mundo – en una tumba-, si de despenaliza el aborto.

El aborto es el abuso infantil más tremendo que existe. El aborto ha dejado más muertos que cualquier guerra o cualquier ataque terrorista. Comparado con otros procedimientos médicos es uno de los más inseguros. 28 de 36 estudios sobre casos de cáncer de mama delatan que ese cáncer, en muchos casos, es debido a abortos inducidos.

Una vez que el aborto haya sido aceptado, nadie podrá parar otras formas de asesinato y brutalidad, se puede aceptar cualquier violencia.

Vivimos en una época en que las normas sexuales están siendo transformadas poniéndolas completamente al revés. Ninguna sociedad había dicho antes: “Vive tu impulso sexual como quieras. ¡Animalízate!”, sino vive la templanza. Desde tiempos de los griegos se fomentaba la templanza como parte esencial de la educación.

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