La dirección de tu vida depende de tus amores
Fray Nelson Medina cita a Catalina de Siena: “Así como
los pies llevan el cuerpo, así el afecto, el amor, lleva el alma”, luego entonces,
la dirección de tu vida dependerá de tus amores.
La
mala decisión es la que se vuelve en contra de ti mismo y de las personas que
amas. Si tomas una mala decisión dejas un rastro de daño en
las personas que vienen detrás de ti.
Llevamos nuestra afectividad a todas partes. Una
persona herida, lleva su herida a todas partes. Una persona que tiene bajo amor
propio, maltrata a la gente. La afectividad tiene que ver con todas las
dimensiones de nuestra existencia. Hay que aprender a amar con sabiduría. El
amor inteligente no es ciego. Vivimos en
un tiempo en que se enfatiza mucho el sentimiento. Si una persona se enamora de
la persona equivocada, le va a hacer mucho daño. Si tu vida la gobierna el
sentimiento o la sensación, no se augura nada bueno. El amor es mucho más que
una sensación o una pasió. Amar con los ojos abiertos es más inteligente que
dejarse llevar como un corcho en el agua.
Si no puedes dar nombre a la relación que tienes, no
hay verdad ni futuro en esa relación, porque esa pasión desaparece. Hay relaciones que están marcadas por el
miedo, ésta es una relación estéril, es una tortura.
Un muchacho decía: “Si el amor no es un impulso, ya no
es amor”, y se equivoca. Si estás con la persona que te excita, esa persona podría
decirte: “Tengo una enfermedad venérea y no quiero contagiarte”. ¿Qué va a
pasar con la excitación física? Se le acaba por una verdad.
En Europa hay un Programa
Erasmo de intercambio de estudiantes. Sucede un amor a primera vista. Se
enamoraron y esa relación va prosperando. Quisieron casarse, y necesitaban
papeles, ambos habían nacido en el mismo pueblo italiano. Los dos fueron dados
en adopción. Resulta que eran hermanos de sangre. Acabó ese noviazgo, lo que demuestra
que la pasión no tiene la última palabra. La inmensa mayoría de los abortos
provienen de una noche de pasión o de una borrachera en la que no se dieron
cuenta de lo que hacían.
Amar
con sabiduría es amar con todo lo que tú eres.
Las relaciones que no tienen nombre, que sólo subsisten, producen verdaderos
infiernos. Vivimos en un tiempo en que
los amigos se tratan como si fueran novios, los novios se tratan como si fueran
esposos, y los esposos se tratan como amigos. Hay gente que lo han vivido todo
y, cuando se casan, a lo sumo llegan a ser buenos amigos.
Hay muchas dimensiones del matrimonio: religioso, civil
y matrimonio emocional, éste le pasa
más a las mujeres: “Me trata como su esposa pero es mi novio”. Luego dice él:
“Yo nunca te prometí casarnos”. Hay que poner frenos para no obrar neciamente.
¿Qué
impide los procesos de curación afectiva? Podemos sintetizarlo en cinco puntos.
Frenos
y necedades
1º. La necesidad de validación externa. Hay
padres que no tienen una valoración positiva para los hijos, no le dan ánimo.
El adolescente necesita confirmación de que está haciendo las cosas bien.
Cuando hay un deficit de validación, el joven busca una validación externa.
2º El peligro de las relaciones sin norte. Los
noviazgos “eternos” a veces se preguntan ¿qué somos? No te metas en noviazgos que no
tienen como meta el matrimonio. Un varón no quiere meterse con chicas
que andan tonteando. Cada relación afectiva deja huellas, deja desorden que es
comparar. No llenen su corazón de fotos de bocas y bocas, pieles y pieles, eso
se convierte en ruido, y ese ruido ralentiza la sanación.
3º La sexualidad
prematura complica la vida. Nelson explica que hay dos hormonas, la
oxitocina y la dopamina; la oxitocina es la hormona del apego, del vínculo, y
la dopamina es la “hormona del placer”. La mujer tiene más oxitocina que el
varón, esta hormona tiene importancia en el parto; es necesario en el proceso
de maternidad. Hay mujeres que toman chocolates y se compran una blusa y eso le
da placer, entonces hay descargas de dopamina. Las redes sociales están
diseñadas para que haya descarga de esa hormona. El problema grave es que si
una pareja de solteros tienen relaciones, el varón siente que estuvo “delicioso”,
y ella siente, además, que “me apego a él”, hay un matrimonio emocional. El sexo prematuro es peligroso, porque
produce vínculos fuertes y, si hay ruptura, duele más en la mujer. En
cambio, en el matrimonio, hay que tener relaciones humanas; disfrútalas y
agradécelas. Hazle sentir que lo amas, es tu cónyuge. Las cosas como las
planteó Dios es lo mejor. Los
Mandamientos protegen, sobre todo, a las mujeres. Hay una alegría en la
castidad, es la alegría de que te valoras. Hay quienes quieren cambiar la
Biblia porque viven en la depravación.
4º Tenemos la expectativa
del arrepentimiento ajeno, es decir, nos hemos maltratado y luego no
pedimos perdón el primero. Cuando hay una relación herida, cada uno quiere que
el otro reconozca su parte. La relación
no se sana porque se le ponen condiciones a la sanación de Dios. Dios quiere y
puede sanarte hoy. No hagas depender tu sanación de nadie, depende de ti. Todo
lo que retrasa la realización de la obra de Dios, no es responsabilidad de
Dios. Cualquier cosa que frena la obra de Dios no viene de Dios.
5º La reivindicación de las cosas pasadas. La persona
se “castiga” porque no supo educar o manejas la situación. Todos tenemos el gen
de la manipulación. Desde que el ser humano tiene uso de razón sus decisiones
ya empiezan a ser de él. Alrededor de
los 21 años termina de formarse el cerebro, por tanto, ya el peso de la
decisión depende de la persona, eso no quiere decir que los padres de
familia deban desentenderse. Los hijos pueden pedir consejo. Todos tenemos
errores y hemos de trabajar para corregirlos.
La
propuesta del Señor se resume en 4 puntos:
a) arrepentimiento sin justificaciones, es decir,
arrepiéntete de lo tuyo;
b) abandónate en Dios sin reservas. Di: “Jesús, en Ti
confío”. Aquí empieza la sanación;
c) dar gracias en toda circunstancia;
d) dar testimonio sin expectativa de retorno.
Dios sabe tu realidad. Hay una frase que no es mía: El
diablo sabe tu nombre, pero te llama por tu pecado. Dios sabe tu pecado, pero
te llama por tu nombre.
Comentarios
Publicar un comentario