Ministra Norma Lucía Piña

 


*Hermoso el modo de pensar y grandísima la expresión:*
Los "indiorantes" (en su gran mayoría) integrantes de las Cámaras de Diputados y Senadores y la Asociación por los Derechos Civiles, se encuentran abocadas a una campaña nacional destinada al retiro de los símbolos religiosos de las salas de audiencias de los tribunales, invocando la neutralidad religiosa del Estado -ahora con la "aplastante mayoría"-.
La Ministra Norma Lucía Piña Hernández, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, terminantemente se negó a retirar la Cruz de la oficina.
*Difundo su respuesta:*

*C. Sergio Gutiérrez Luna, Presidente de la Cámara de Diputados.*
*C. Gerardo Fernández Noroña, Presidente de la Cámara de Senadores.*
*Acuso recibo de su nota y de la Dra. Sheinbaum P.*
*Mi respuesta a su colectiva pretensión es la siguiente: no voy a descolgar ninguna Cruz.*
*Tampoco voy a disponer que otro lo haga.*
*Porque creo en Dios y porque soy católica. Porque tengo reverencia por la Cruz de Cristo, el inocente crucificado por los hombres y el más inocente de los condenados, que representa además, la fe mayoritaria y la identidad de nuestro México.* *Porque la Cruz no ofende a nadie, sea o no creyente, ni nadie puede sentirse agredido, inquieto, molesto y menos discriminado por su presencia.*
*Porque contrariamente a lo que Uds. suponen o creen, la presencia de la Cruz es símbolo de piedad, de consuelo, y de misericordia; es símbolo de que quienes se desempeñan frente a ella, tienen temor de Dios, y por ello mismo, inspiran más confianza en que actuarán de acuerdo a la justicia y a la verdad, con buena voluntad y con la máxima imparcialidad.*
*Porque finalmente, una de las libertades (en este caso la religiosa) que Uds. dicen pregonar y defender, es precisamente para que quienes quieran hacerlo: cuelguen, lleven o exhiban la Cruz, y no para que nos obliguen a quitarla, ocultarla o disimularla.*
*Soy consciente no obstante, de que Uds. están embarcados en una triste misión en la que muy probablemente lograrán los fines que los desvelan.* *Tal vez porque la Cruz es incompatible con su mundo en el que se confunde el bien con el mal, en el que se privilegian supuestos derechos de la mujer a costa del derecho a la vida de los niños; en el que impera la violencia, el robo, la deslealtad, la mentira, la corrupción; en el que ya no interesa la protección de la familia y de la infancia, y se las suponen independientes de la protección del matrimonio.*
En fin, la Cruz parece no tener más lugar en una nación desolada, ciega y sorda a las leyes eternas que no son de hoy ni de ayer, que huye de la Verdad, la justicia, la honradez y de la Belleza, y que se empeña en ignorar y abandonar a Cristo. Pero Cristo no nos abandonará, aún cuando repudien y quiten su Cruz.
Pueden hacer pública esta respuesta, cuando quieran y ante quien quieran.*

Saludo a Uds. muy atentamente.
Ministra: Norma Lucía Piña Hernández

CDMX; a 10 de diciembre de 2024.


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