La verdadera y la pseudo libertad

 

IC 0342 J
La verdadera libertad

Hijo de mi Sagrado Corazón,
Escucha con atención la instrucción de tu Dios y Señor.
El hombre, *al no comprender la vida de gracia,* vive como si "viviera".
Y aunque viva, vive como muerto, porque lo que *vivifica el espíritu y da vida al alma,* es la *vida de la gracia.*
Que tristeza da amado hijo, saber que el Demonio *hace creer a la humanidad* que vida hay una sola, por tanto hay que vivirla de cualquier modo, y solo encontrarán, muerte y oscuridad pero... cuando los vicios los aten y no puedan salir de ellos, se darán cuenta de esta falacia.
El Demonio *se presenta como el autor de la libertad,* cuando lo único que hace, es *encadenar y perder las almas,* y
también, me presenta a Mi, *su Dios y Señor…* como *un Dios prohibitivo, déspota y autoritario,* que solo pide que atiendan a los mandamientos sólo para prohibir por capricho.
En cambio, este Dios, sólo *les indica el camino hacia la verdadera libertad,*
dónde por amor, nada los encadene, más, *estén libres de cualquier atadura.*
Aquel, que *ha vivido su vida como más le convino,* no solo *vive como un muerto* aquí en la vida transitoria, sino que también *le espera la muerte en la vida eterna.*
Sólo los que *viven en espíritu y en verdad,* aunque parezcan muertos, según el mundo, *tienen vida y vida en abundancia* en el tránsito de esta y, posteriormente *ganarán la vida eterna.*
Comprendan amados, que hacer lo que desean, no es sinónimo de libertad.
La *verdadera libertad* viene desde *adentro del ser* despojándose de todo aquello que a uno le ata.
Este es el camino y la *escuela del desprendimiento, para que puedan *llegar más livianos* al atardecer de sus vidas. Porque si a un ave, se le ata su pata sea con un hilo fino o cadenas, no podrá tomar vuelo. Así entonces, sea lo que sea aquello que lo ate, no podrá hacer aquello que es propio de las aves, y es el volar.
En este sentido, sepan que *deben aprender a desprenderse* de todo aquello que no viene de Mí, aquel vicio, esa miseria, o este afecto que *en el desorden ata.*
No estén preocupados por su salud, sin ser negligentes, porque *sus vidas está en mis manos.*
Déjenme hijos hacer según mi beneplácito divino. Ahora, haya paz en sus corazones.
Los amo,
su Jesús.
5 de enero de 2025 13:20 hrs.
Ciudad de Salta, Argentina

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