Jim Caviezel y Jonathan Roumie se encontraron providencialmente

 

https://youtu.be/kWISosFmlAI

Esos dos actores se encontraron en la catedral de San Patricio, en Nueva York, el día del Sagrado Corazón. Jonathan espero a que Jim acabara de rezar. Jonathan le dijo a Jim: “He estado teniendo sueños, veo a un hombre clamando a Dios. Preguntándose si valió la pena filmar. Jesús no te ha olvidado. Su historia ha tocado corazones, muchos se han acercado a Dios”.

He estado haciendo esa pregunta a Dios por meses. ¿Mira lo que me costó haber protagonizado a Jesús?

Estabas siendo obediente y su obra seguirá dando fruto. Su mayor trabajo no está detrás de usted. Está por delante. Lo está llamando a ser una voz para los sin voz. Su plataforma, su disposición a defender la verdad.

Jim miró a Jonathan con incredulidad.

Jesús dijo que su corazón para proteger a los niños, ese es el ministerio para el que lo ha estado preparando.

Jim Caviezel lloró.

Jim, usted es su hijo amado quien eligió compartir su sufrimiento. Se trata de su fidelidad. Él nos habla constantemente.

Jim le dijo: Solía escucharlo claramente cuando filmaba la Pasión. Dejé de escucharlo cuando se cerraron las puertas laborales.

Jim se levantó lentamente. ¿Sabe qué es asombroso? Vine a decirle a Dios que había terminado. Ahora siento que me ha dado un segundo aire.

Jim miró a Jonathan: Voy a seguir hablando por las plataformas. Jesús no nos prometió un camino fácil. Jim se volvió hacia Jonathan y preguntó: ¿Cuándo estás representando a Jesús te sientes indigno? Sí, por eso paso mucho tiempo en oración. Sólo soy un vaso. La gente no me está viendo a mí, se trata de Él, de su presencia.

Ver la fidelidad de Dios. Nos ayuda ver que personajes grandes e importantes son vulnerables, como nosotros, ni más ni menos.


Comentarios

Entradas populares de este blog

La Eucaristía y María

Moda, estilo y modales

La eficacia de lo sagrado se recibe a modo de recipiente