Mensaje para Israel y para todos
Una chica joven muere durante 11 min. y ve a Jesús que llora. Cayó de rodillas, se sintió pequeña y acogida. Yeshúa lloraba por Israel. Comprendió que la verdad estaba en una Persona, no en unas letras.
Entendió que las profecías se alinearan, Él era la pieza central. Su mirada fue lo que más la impresionó. Habló, no con la boca, sino dentro de ella. Vendrán lágrimas de sanación. Vio a mujeres orando, agradeciendo. Todos vieron lo que siempre había estado allí. Había una reverencia en el aire, rabinos mirando al cielo. Vio niños corriendo, preguntando:
“¿Por qué nadie nos lo contó?”. Ella
se preguntó: “¿Por qué a mí?”. Vio a su padre con los ojos perdidos. Regresó a
la vida.
Su misión era testificar, no entender.
Sentí que cargaba un peso invisible. Necesitaba hablar. Habló con grupos
pequeños, uno de ellos, de rabinos jóvenes.

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