Sociedad familiar y sociedad civil


 

Juan Fernando Sellés, filósofo, enseña que en la familia hay un juego mutuo de crecimiento. Los hijos aprenden lo que es una familia en su familia. Si no tienen referentes es difícil que ese modelo se reproduzca. Si la familia falta no hay suficiente ánimo, ni suficiente proyecto de futuro. Cada uno aporta lo mejor de sí mismo. La sociedad empieza con la familia. La sociedad civil es fruto de la expansión de la familia. Eso es propio de la especie humana. En la familia se quiere a esa persona por quien es. Hay un quien irrepetible en cada uno. En la familia hay relaciones estables y vinculaciones fuertes. En la familia no se habla de lo mío, se habla de los “nuestro”.

Si a un chico le falta seguridad, le faltó padre. Si a un chico le falta suavidad, le faltó madre. Tal como has vivido, tal encaras la vida. Los políticos a favor de la eutanasia y del aborto, generalmente han tenido una familia disfuncional. Lo mismo los filósofos, pero éstos son aún peores.

En el fondo familia no tiene como fin al individuo; la persona es vínculo, es relación, acepta y aporta. La familia fuerte no se deja doblegar por el Estado.

Quien más ha defendido la familia es la Iglesia Católica. Las familias que han sido buenas cristianas han ido por delante.

La igualdad es mental. Si hacemos igualitarismos las novedades se pierden.

La necesidad de ser valorado se cubre en la familia. Se tiene que valorar a cada uno como distinto. Hay distinciones en el ser y en sus manifestaciones.

Alguno dirá: “Tiendo a ser asocial”. Seguramente no fue valorado en familia, entonces se va retrotrayendo. La primera valoración se da en la familia.

En el trabajo se requiere prestigio para ser valorado. Cada persona es distinta, por ello su valoración es distinta. También hay que valorar la esencia humana: este trabajo, este ensayo, ¡qué bien! Si no hacemos esto las relaciones son poco humanas. Necesitamos rehumanizar el sistema de valoraciones. Cuando hay poca valoración se llega a excluir, a despreciar.

Todos los países invierten en defensa y preparan la guerra. Cada uno va por libre. Rechaza muchas cosas buenas que hacen los demás.

Los jefes en Latinoamérica cobran cinco veces más que los empresarios en España. Un jubilado en Cuba cobra cinco euros al mes. Un empleado cobra el doble: diez euros. Treinta huevos valen diez euros. ¿Qué comen? Hierbas.  Hay un desbalance entre los países. En el fondo es reflejo de una crisis familiar. Acribillan a la familia por todos los flancos. El amor es lo más unitivo, es a lo que tiende toda la Ética. Sin amor no crece en virtudes la familia. Si no tengo virtudes, cuando no me vean, me corrompo.

La familia está desestructurada. No se trata de dar lecciones sino de dar cariño. Los que no tienen hijos porque no quieren, no tienen proyecto. Esas uniones son endebles. Hay que fomentar la unidad. Lo que no sume, cállalo, evita las críticas negativas. Tenemos que ser nosotros los que queramos cambiar. No hay que separarse olímpicamente de la familia.

La clave de la sociedad pasa por la ética.

Los más raros de la filosofía son los sociólogos. Tienen una preocupación: ¿Cómo nos unimos en sociedad? La clave está en la comunicación (se puede usar bien o mal); otros, en la educación (se puede usar bien o mal); otros, con un poder férreo (se puede usar bien o mal). Ninguna de esas propuestas es válida. La clave está en el crecimiento humanístico. Sin familia no hay sociedad ni ética; hay relativismo ético.

La conexión ética de la sociedad

Si colaboramos todos, aportamos todos, crecemos todos y notamos que somos mejores. La libertad es creciente. Podemos descubrir mayores posibilidades de colaboración. Buscamos lo propio y lo justo para todos. Eso se aprende en familia.

Las mejores alternativas son las que se descubren en cualquier trabajo. Lo mismo pasa en todos los trabajos, sino entra la rutina, la cerrazón. Buscar renovarnos, mejorar en el trabajo, en la cocina, en el ejercicio.

Si uno tiene cargos de gobierno hay que coordinar alternativas. Si mandas en tu casa puedes coordinar opciones: ¿dónde pasar Navidad? Facilitar que sean compatibles las opciones, pero sin aislarse. Más alternativas, mejor Navidad.

Las alternativas, libertad y futuro

Tienen que ver con la libertad, esas alternativas están abiertas al futuro. Detrás de esas alternativas buenas se descubren otras mejores. Las alternativas malas implican que se cierra la empresa comercial. En cambio, las buenas opciones son generadoras de más alternativas, fomentan la libertad. Lo obvio es lo que hemos vivido en familia. Hay personas que quieren uniformizar a los demás. Es importante valorar a la gente que está a mi alrededor. Los que no son soberbios son capaces de notar lo bueno de los demás: ¡Qué habilidades! ¡Qué buen proyecto!

 

 

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