La ideología de género y los libros de texto
Padres de familia, ¡despierten! Revisen
los textos que les dan a sus hijos. En la perspectiva de
género cualquier actividad sexual resulta justificable y pretenden enseñar a los niños todas las técnicas posibles
que den placer sexual.
El Colegio Americano de Pediatras desmonta la
ideología de género y la transexualidad. Los psiquiatras enseñan: Nadie nace
con género. Todo ser humano nace con sexo biológico. El concepto de género
(la toma de conciencia y el sentirse masculino o femenino) es un concepto
sociológico y psicológico, no una objetividad biológica. Nadie nace con la
conciencia de sí mismo como hombre o mujer... Esta toma de conciencia se
desarrolla con el tiempo y, como todos los procesos del desarrollo, puede ser
descarrilado por las percepciones subjetivas de la infancia; las relaciones; y
las experiencias negativas ocurridas desde la infancia... Las personas que se
identifican con “la sensación de pertenecer al sexo opuesto” o “en algún punto
intermedio”, no forman un tercer grupo sexual, siguen siendo hombres o mujeres
biológicos... La creencia de una persona de pertenecer o no a un determinado
sexo es, en el mejor de los casos, un pensamiento confuso. Cuando un niño y una
niña, biológicamente sanos, creen que son lo contrario a su sexo biológico, se
produce un problema psicológico, no físico y... por tanto, debe ser tratado
como tal. Estos niños sufren disforia de género. La disforia de género (GD)
está reconocida como un trastorno mental en la reciente edición del Manual de
Diagnósticos y Estadísticas de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM-V).
La
ideología de género es un instrumento del poder mundial. Las consecuencias son: disolución de la
persona, de la familia y de la nación.
Es quizá la ideología más radical de la historia. Porque destruye al ser
humano en su núcleo más íntimo. Es la más sutil porque usa una propaganda para
cambiar las mentes y los corazones de los hombres sin aparente derramamiento de
sangre. No busca la verdad.
Su estrategia
está en que usan un nuevo lenguaje cuya función es asegurar la confusión. Se cree que el mundo necesita: menos personas y más placer sexual; la
eliminación de las diferencias entre hombres y mujeres, el intercambio de
roles, etc.
La receta para
la salvación del mundo, según ellos,
es:
1. Anticonceptivos gratuitos y aborto legal.
2. La promoción de la homosexualidad y de derechos
nuevos que no existen.
3. Cursos de educación sexual para promover la
experimentación sexual entre niños, desde el Kinder. Quieren la sexualización
temprana y prematura para quebrantar voluntades.
4. Eliminación del derecho de los padres a educar a
sus hijos, de modo que éstos no puedan impedirles tener sexo; educación
sexual “comprehensiva o amplia”, anticonceptivos y abortos. Quieren a todas las
mujeres en la fuerza laboral y desacreditar
todas las religiones que se opongan a esta agenda.
Cicerón decía: “Para distinguir la ley buena de la
mala no tenemos más que la naturaleza”. Se nos quieren imponer unas leyes
arbitrarias –sobre discriminación, educación sexual, mala interpretación del
uso de la libertad, etc.-, para luego perseguirnos porque no las cumplimos.
AMAR
LA NATURALEZA:
Ni la mujer ni el varón pueden ir en contra de su
propia naturaleza sin hacerse desgraciados.
La ruptura con la biología no libera a la mujer, ni al varón; es más bien
un camino que conduce a lo patológico.
Es un hecho biológico que solo la mujer puede ser madre, y sólo el varón puede
ser padre. La procreación se encuentra ennoblecida en ellos por el amor en que
se desarrolla. Hay que saber que el factor común de las desviaciones sexuales y
de la adicción a la droga es la pornografía.
Los derechos humanos de las personas con atracción al
mismo sexo son universales, como todo derecho humano, por el simple hecho de
que los homosexuales son personas. No somos homofóbicos. Los homosexuales tienen todo el derecho de ser respetados como seres
humanos, pero saben muy bien que la mejor opción, ante la atracción al mismo
sexo, es la abstinencia.
Además, la perspectiva de género ha provocado modificaciones legales que hieren
gravemente la dignidad del matrimonio, el respeto al derecho a la vida y la
identidad de la familia. Hay personas que no se sienten identificadas con su
sexo biológico. Nos destruimos si queremos negar haber nacido hombre o mujer,
decidiendo mutilar nuestra naturaleza de hombre o de mujer. Al contrario,
debemos entrar en una lógica de acoger la naturaleza, nuestra propia naturaleza
como don. Como don gratuito del Creador, que nos revela algún fragmento de su
infinita sabiduría.

Comentarios
Publicar un comentario