¿Buscas bajar tu nivel de estrés?
El doctor en
Psicología Positiva, Tal Ben Sahar, judío, da algunas claves para bajar el
estrés y ser más felices. Este doctor asegura que, si tratamos de evitar las
emociones dolorosas, éstas se intensifican, y explica que las emociones
dolorosas son parte de la naturaleza humana, como la Ley de la Gravedad es
parte de la naturaleza física. Hay que “darnos permiso” para ser humanos –dice-,
sólo los psicópatas no sienten emociones. Si sentimos envidia, hay que aceptar
que tenemos envidia, o miedo, eso es humano, pero no hay que obsesionarse con
eso porque se acentúa. Darnos permiso para ser humanos es la base del pilar más
importante para tener una vida plena y feliz.
Cuando hay
mucho trabajo se intensifica el estrés. Con el estrés el sistema inmunológico
se debilita. En 1960 el estrés comenzaba a los 29 años, ahora comienza a los
14. Con el estrés la gente pierde creatividad. Tenemos que simplificarnos y
hacer menos cosas en lugar de hacer más cosas, ya que la cantidad afecta la
calidad. Para bajar el estrés puede ser conveniente apagar el celular durante
los ratos de convivencia familiar y lo mismo en el lugar de trabajo.
Hay muchos
estudios de la relación entre el dinero y la felicidad. El dinero es un
indicador muy pobre de bienestar, excepto en los extremos; es decir, si una
persona no ni para comer y le dan un trabajo de 15 mil pesos al mes; en ese
caso va a mejorar su bienestar; pero para una persona que tiene sus necesidades
básicas cubiertas, el dinero no le da la felicidad. Hay que dedicarle tiempo a lo que realmente
vale la pena y provoca alegría: la familia y los amigos. ¿Cuánto tiempo pasamos
con las personas que nos importan y a quienes les importamos? ¿Tomamos ese
tiempo? Para disfrutar, apreciar, amar y ser amado. Es lo básico y lo más
sencillo, y ¡cuanta falta hace en nuestra cultura actual!
El apoyo de
amigos y familiares da fortaleza, anima. Tu fuente más importante de felicidad
puede estar sentada a tu lado ahora mismo, aquí mismo. ¿Aprovechas al máximo
esa moneda de felicidad? O la aprovechas a medias porque la compartes con tu
celular o tu email.
El estrés no
es el problema, se ha descubierto que el estrés nos puede hacer más fuertes,
más resistentes y más receptivos a la felicidad y al bienestar; el problema radica en la falta de recuperación en
el nivel físico o emocional. En el siglo XXI todo mundo anda estresado, por lo
tanto, lo vital es programar la recuperación a lo largo del día, a lo largo de
la semana, del mes, del año y de toda la vida. Hay que introducir 15 minutos de
descanso después de una hora o dos de trabajo.
En ese tiempo se puede hacer una llamada o meditar. También se puede ir
a almorzar pero sin teléfono. Otra
opción buena es tomar un día libre durante la semana. Dios lo tomó y descansó
al séptimo día. También necesitamos vacaciones un poco más largas, de una
semana o de un mes. Tomar unas vacaciones sin llevar la computadora y sin
contestar el celular puede ayudar a descansar.
Hay una
relación etimológica entre crear y recrear. Debemos participar en actividades
recreativas si queremos estar en nuestra
mejor forma.
Hay una
conexión entre mente y cuerpo. Últimamente se ha hecho mucha investigación
sobre las bondades del ejercicio físico para el bienestar
integral de la persona. En una de ellas, se acogieron 156 personas con
depresión y se vio que mejoraban si hacían al menos 30 minutos de ejercicio
tres veces a la semana. El ejercicio
ayuda a combatir la depresión si se lo toma en serio como una terapia de
recuperación. Es más: No hacer ejercicio es como tomar un depresivo. El
ejercicio, además, disminuye la obesidad. El ejercicio ayuda a que hagamos más
conexiones en nuestro cerebro. En las escuelas, el ejercicio reduce el
nivel de violencia y de bullying y aumenta el rendimiento escolar. En
los adultos el ejercicio diario retrocede el declive y la incidencia de
enfermedades mentales. Funciona en la
ansiedad, en el trastorno de pánico y el estrés en general. Genera la
liberación de neurotransmisores que son muy similares a los medicamentos
psiquiátricos. También ayuda mucho respirar correctamente; inhalar y exhalar
lentamente. Cuando estamos estresados la respiración se vuelve ligera y se
vuelve una espiral, por eso hay que fomentar la respiración profunda, lenta, al
menos 3 ó 4 respiraciones profundas cada día, al despertar, antes de trabajar,
antes de comer y quizás ante el semáforo en rojo. Si tuviera que dar un solo
consejo diría: aprende a respirar correctamente.
Los
beneficios de la meditación o de la oración son inmensos. Hay que darnos el permiso de ser humanos en
la práctica. La meditación baja la ansiedad, el sistema inmunológico se hace
más fuerte y mejora el humor. Además hay más actividad prefrontal y, si se hace
por más de dos meses, el cerebro se transforma. Lo mismo para con la
pornografía, pero afecta al cerebro para mal.
Tenemos
muchos “tesoros de felicidad”, y a veces no los apreciamos. Conviene enfocarse
en lo positivo. “Apreciar” significa estar agradecido por un bien físico o
espiritual. Cicerón dice que ser agradecido es una de las virtudes de más categoría.
Otro significado de “apreciar” es aumentar el valor. Hay que apreciar una
caminata, un respiro, un alimento, a un familiar, a la persona que está cerca,
en una palabra: lo ordinario. Hay que cultivar el hábito de la gratitud cada
día. Ayuda a estar felices escribir cada noche cinco cosas por las que estamos
agradecidos, sean pequeñas o grandes. Esto lleva a ser más generosos, más
optimistas y más saludables. Hay bases científicas que demuestran que funciona.
Además, este ejercicio mantiene la frescura de espíritu.
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