Los sueños de Dios

 

¿Cuáles son los sueños de Dios?, unos nos son conocidos, otros, no.

Cuando naciste, tu madre o tu abuelo te cogió y seguramente dijo: “Este niño, o esta niña, llegará lejos”. Dios es como un abuelo o un padre que nos carga de bebés y nos dice: “Tú llegarás lejos”. La vida está llena de sufrimientos. Empezamos con lágrimas al nacer, pero son lágrimas de amor.

El sueño de Dios eres tú, sueña con que vivas esta vida, con que seas feliz. La vida la hemos recibido de nuestros padres y Dios con ellos. El mundo es maravilloso. La vida es maravillosa; pero está llena de sufrimiento, sin embargo, caben la esperanza y el amor.

El sueño de Dios eres tú. La vida es un regalo. Nadie se da a sí mismo la vida. Hay que volar alto. El gran sueño de Dios es que seas feliz en esta tierra, y luego, en el Cielo.

La pandemia nos puede ayudar a valorar lo que somos cada uno. La humanidad somos un conjunto, somos familia. Somos libres. Agradecer lo que somos y lo que tenemos. Agradecer el filete de pescado que te has comido, la pescó un marinero, la transportó otra persona, otra lo compró…. Que detrás de las cosas que tenemos, para comer y para trabajar, veamos personas. Estos son los sueños de Dios, que seamos agradecidos por lo que hemos recibido. Detrás de las cosas hay que descubrir a Dios y a las personas que trabajaron y que quieres.

Sueña, Dios quiere que sueñes.

Dios usa esta pandemia para despertarnos: “¿Qué están haciendo con el planeta, con su vida?”. Es una pesadilla. Si nuestro Padre Dios nos despierta, con Él ¡qué paz! Dios nos quiere despertar de este egoísmo. Hemos vivido una glaciación en la sociedad.

Para cambiar hay que rezar, también para saber que Dios nos ama muchísimo.

Ahora nos vamos a Nazaret, en aquel entonces había unas 200 personas. Allí está la Virgen María, ve al Ángel, lo escucha. No se asusta por ver al Ángel, lo que le asusta es que le dicen que va a ser la madre del Mesías.

Tu sí a Dios es el sueño de Dios. Dile: “Quiero ser feliz contigo”. Dile que sí como la Virgen.

Se habla de que Finlandia es el país más feliz del mundo. Materialmente Finlandia funciona muy bien; sin embargo, las principales causas de muerte son el alcoholismo y el suicidio. Los intentos de suicidio han subido mucho. Hay muchos trastornos psicológicos y psiquiátricos, pero a eso ha venido Jesús, a ver a los enfermos.

He predicado chistes verdes, chistes marrones y herejías. Porque vivo en Finlandia y no conozco bien el finés. Una vez iba a predicar. Llegó un luterano, un ortodoxo, un pagano, un budista, un librepensador, un ateo…

Pensé: “les voy a hablar de las Bodas de Caná donde corría el vino.” En finés Cána es el pueblo. Caná es el pollo. Prediqué las “Bodas del pollo”, y en las bodas del pollo Cristo les dio 700 litros de vino. La gente se reía y yo no sabía por qué. Finalmente, ahora mismo ellos son católicos.

Vamos a valorar a las personas, tengan 2 mm o dos metros de altura.

En África se han muerto 600 mil personas de malaria o paludismo en un año (2021). ¿Yo de qué me quejo? No tenemos motivos para quejarnos.

En la parábola del hijo pródigo Dios está esperando al padre, está mirando a la ventana para ver a qué hora viene. Y cuando llega lo cubre de besos. Dios te va a tomar con amor como a un bebé. Deja que Dios escriba en conjunto contigo, una historia que tiene un final feliz.

La fe es un regalo de Dios, por lo tanto, la da a quien quiere. Si se recibe el Bautismo, esa fe está allí, escondida. Estamos hechos a imagen y semejanza de Dios. Intenta rezar, aunque no creas. Di: “Dios no sé si existes, pero si existes, házmelo saber”. No somos individuos, somos personas.

Los católicos de Finlandia somos de más de cien países. Los católicos tienen prestigio por los libros de Benedicto XVI, todos los obispos luteranos leen sus libros. El mundo social ha simpatizado con el Papa Francisco. La mezcla de prestigio y confianza es explosiva.

It’s time to think. Los sueños de Dios. Raimo Goyarrola.