Dios es Creador

¿Por qué ha creado Dios? Para manifestar y comunicar su gloria, no para aumentarla. Hace la creación para comunicar su bondad.

La creación ¿es un misterio de fe o una verdad accesible a la razón? Las dos cosas.

Introducción

La creación “es el fundamento de todos los designios salvíficos de Dios, es el comiendo de la historia de la salvación, que culmina en Cristo” (Compendio, 51). La creación es la primera respuesta a los interrogantes sobre nuestro origen y nuestro fin. Es un misterio de fe y una verdad accesible a la razón, como ya se mencionó (cfr, CEC, 286).

1. Es obra de la Santísima Trinidad

Las obras ad extra de la Trinidad son comunes a las tres Personas. La tradicional apropiación de los atributos esenciales (omnipotencia, sabiduría y amor) realiza la obra común según su propiedad personal. Al Padre corresponde la creación, al Hijo, la redención, al Espíritu Santo, la santificación.

a) “En el principio Dios creó el cielo y la tierra”; en el lenguaje hebreo no hay una palabra para mundo, supone la totalidad de lo que existe. Dios origina las cosas de la nada (ex nihilo), lo que requiere una potencia activa infinita. Santo Tomás dice que Dios es el mismo Ser subsistente, es trascendente y está presente en las criaturas.

b) “Por quien todo fue hecho”. El mundo no es producto de un destino ciego ni es fruto del azar. La razón humana puede entender que hay un Ordenados y una Inteligencia detrás de la creación. San Pablo dice que todas las cosas han sido creadas en él, por medio de Cristo y en vista de él (cfr. Colos 1,16-17). La razón jamás podrá llegar a conclusiones contrarias a la fe, pues ambas provienen de un mismo origen. A veces se plantea una disyuntiva entre creación y evolución, pero Dios pudo haber creado una creación en evolución. Las ciencias naturales no cubren todo el ámbito de la razón humana. La razón debe estar abierta a lo que trasciende, pues una razón cerrada en sí misma acaba por afirmar el sinsentido de la existencia.

c) “Señor y dador de vida”. Dios ha querido hacer partícipes a sus criaturas de su ser, de su sabiduría y de su bondad. Todo es bueno. La creación ha sido querida por Dios como un don (CEC, 299).

2. El mundo ha sido creado para la gloria de Dios

Dios ha creado todo “no para manifestar su gloria, sino para manifestarla y comunicarla”, dice San Buenaventura. Dios, por así decirlo, sale de sí para comunicarse a las criaturas. Quiere hacer de nosotros hijos adoptivos por medio de Jesucristo, “porque la gloria de Dios es el hombre vivo y la vida del hombre es la visión de Dios” (Ef 1, 5-6). “El hombre es grande sólo si Dios es grande” (Benedicto XVI, Homilía 15-08-2005). Por supuesto, el mal existe en el mundo, pero el bien triunfará si ponemos los medios para ello. Dios ha creado todo para Cristo, que es a la vez Dios y Hombre, y en su exaltación gloriosa queda elevada la humanidad.

3. El carácter temporal de lo creado

Dios creó a la criatura espiritual y temporal, la angélica y la del mundo, y después la humana, compuesta de espíritu y de cuerpo. El cristianismo supera el monismo (materia y espíritu se confunden) y el dualismo (materia y espíritu son opuestos).

La acción creadora pertenece a la eternidad, pero el efecto de tal acción está marcado por la temporalidad. La Revelación afirma que el universo tiene un inicio en el tiempo, es decir, ha sido creado junto con el tiempo, y Dios se manifiesta en la Historia de la salvación. Dios guía la historia por medio de su providencia.

La creación podría haber existido desde la eternidad, pero por Revelación sabemos que la creación tuvo un comienzo, pero luego Dios la sostiene en el ser. La Biblia dice que la creación es una acción divina que continua en la historia hasta su culminación final en la nueva creación. Se podría afirmar que Dios hace una creación en evolución, siempre hay intervención de Dios.

4. Creación y salvación

En la Biblia la creación está abierta a la acción salvífica de Dios en la historia y tiene su plenitud en Cristo. La creación está hecha con miras al sábado, el séptimo día en que Dios descansó. En el octavo día comienza una obra todavía más maravillosa: la Redención, la nueva creación con Cristo (2 Co 5,7; Catecismo 345-347).

Se muestra así la continuidad del designio divino de creación y Redención. La naturaleza se ordena a la gracia, es decir, hay un único fin sobrenatural del hombre.

5. La verdad sobre la creación en la vida del cristiano

La acción creadora y salvadora de Dios pide una respuesta que tenga ese mismo carácter de totalidad: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas” (Dt 6,5). La universalidad de la acción divina tiene un carácter intensivo y extensivo; Dios crea y salva a todos los que quieren ser salvados y ponen los medios.

El cristiano debe preocuparse por la salvación de las personas, y esa ocupación dependerá de la superabundancia o escasez de su vida interior.

Conocer a Dios lleva al hombre a tomar una actitud de adoración, humildad y reverencia hacia el Creador, a vivir en su presencia sabiéndose hijo suyo amadísimo. Debemos buscar la gloria de Dios, no la propia gloria, pero esto no lo podemos hacer sin la ayuda suya. Hemos de esforzarnos por rectificar la intención y decirle al Señor: “Todo es para Ti, para tu gloria”.

La belleza de la naturaleza y de las criaturas despierta en nosotros admiración. Piensa en la persona más hermosa que hayas visto, pues es una chispa de la belleza de Dios, solamente. Imagina el patinaje en hielo, es una sombra de la hermosura de Dios, y así el mar, el cielo estrellado y todo eso…, producen una profunda admiración en nuestro interior.

FUENTE: www.opusdei.org Vida Cristiana. Resúmenes de doctrinas católica.

 

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