Si tienes hijos, edúcalos
NORMA MENDOZA ALEXANDRY
¿Deben ser los padres de los niños y
niñas quienes eduquen, o es el gobierno? Los teóricos de la Ley Natural argumentan que los
padres tienen la gran responsabilidad de hacerlo y por tanto poseen, a primera
vista, la autoridad para dirigir el crecimiento y educación de sus hijos.
Esto, de acuerdo con la teoría de la
ley natural, ya no es una materia de creencia cultural, sino un objeto de
verdad moral. Los niños nacen de sus padres – una madre y un padre – y por
tanto, son suyos. Ciertamente, los derechos de los padres a dirigir el
crecimiento y la educación de sus hijos están enraizados en su deber de criar a
sus hijos de manera apropiada y educarlos bien. Desde este punto de vista, el
gobierno no tiene derecho a la toma de decisiones independiente, ni la
autoridad respecto a los infantes. Los niños y niñas no pertenecen al estado de
la manera en que pertenecen a sus padres. En circunstancias extremas, el
gobierno puede intervenir para proteger a los menores del abuso parental o el
rechazo, pero dichas intervenciones son solo legítimas en donde los padres
realmente abusen o rechacen a sus hijos, renunciando a sus derechos por
incumplimiento de sus responsabilidades.
Los progresistas contemporáneos sostienen
que la autoridad sobre los hijos está compartida entre el Estado y sus padres. Sin
embargo, si vemos la educación a partir de la ‘Ley Natural,’ el Estado juega
solamente un papel de apoyo y subsidiario en el crecimiento del infante, en su
formación moral y en general en su bienestar. Cuando, en situaciones extremas,
el estado justamente interviene a favor del menor, esa intervención ciertamente
en cierto modo es ‘suplementaria’ al papel fundamental de los padres... y nunca
incorporando el derecho parental y siempre teniendo como fin final, restaurar
al menor en la unidad familiar fundamental (aunque algunas veces, esto se torne
imposible).
Aún más – el punto de vista de la ley
natural sobre los derechos parentales, sancionan el adoctrinamiento. Los padres
son facturados con la grave responsabilidad de formación de los hijos hasta el
límite de sus habilidades, para que ellos y ellas sean buenas personas,
responsables de su entorno y vivan vidas honestas, honorables y con integridad.
Pasemos brevemente a ver cuál es la realidad
en nuestro querido México: El contenido de la Nueva Escuela Mexicana 2022 fue
diseñado por una persona de Cuba que no creció en este país y que por
supuesto, desconoce por completo la vida en este país y las bases de la familia
mexicana. Y solo para enfatizar, todos los padres deben enseñar a sus hijos a
conducirse por medio de la enseñanza de valores. Cualquier parentalidad
estrictamente neutralista es absurda, ya que siempre debe haber un fundamento
de herencia familiar. Sin embargo, esta ‘nueva escuela’ llamada mexicana,
diseñada por un extranjero, incluye en sus libros de educación básica para todo
el país, en su apartado Marco Curricular No 3, el: “Currículo Nacional desde la
Diversidad” y dice textualmente que: “Esto ha exacerbado las desigualdades y
exclusiones basadas en la clase, género, condición física, grupo étnico y
sexual, debido a que la articulación de lo común con lo diverso está ausente
del currículo nacional, en las actividades educativas”.
Sería conveniente tomar en cuenta estas
simples y confusas palabras para darnos cuenta de que el propósito ‘educativo’
no es fomentar valores ni familiares, ni patrióticos ni de superación personal,
sino de enfatizar “desigualdades”.
La verdadera formación NO es
adoctrinamiento. Formar a los menores en que hay “desigualdades” y en la
“diversidad” no es formación, ya que, adoctrinar en los puntos de vista de una
persona nacida en un país comunista es una cosa. Otra cosa, la crianza de
acuerdo con ciertos valores y preceptos morales y religiosos es algo que los
padres, inevitablemente, deben hacer.
La debida formación anima al desarrollo
de un sentido de autenticidad y libertad – la libertad de involucrarse en la
elección de algo valioso moralmente – esto es en lo que el adoctrinamiento
destruye.
¿Se ha dado cuenta la gente y
principalmente los padres que actualmente la matrícula escolar se ha
desplomado? El rendimiento escolar y la matrícula en la educación pública van
en picada, ya que tras la llegada de la llamada “4ª transformación” en el
año 2018, México ha perdido a 1.4 millones de estudiantes. (Nota Reforma Junio
4, 2025 Nacional).
En el 2018 había inscritos 35.8
millones de estudiantes en todos los niveles de escuelas públicas, pero en el
actual ciclo escolar (2024-2025) hay sólo 34.4 millones. Asimismo, los
resultados de la prueba PISA 2022 muestran un deterioro en habilidades clave,
situando a México en niveles de hace una década. Esta situación, agravada por
una disminución en el gasto educativo y políticas que no han logrado
contrarrestar el abandono escolar, pone en riesgo el derecho a la educación
escolar de millones de niños y jóvenes, según han descrito especialistas.
PISA reveló un retroceso en el
desempeño educativo de México. Nos preguntamos si ha tenido que ver la “nueva
escuela” del 2022, ya que el Programa para la Evaluación Internacional de
Alumnos señala que los resultados educativos son comparables a los del 2012,
pues menos del 1 % de los estudiantes puede distinguir entre un ‘hecho’ y una
‘opinión’, y sólo el 2% logra resolver una regla de tres. Comparado con el
2018, hoy el rendimiento en matemáticas, ciencias y lectura ha disminuido,
colocando a México por debajo del promedio de la OCDE.
El abandono escolar es particularmente
alarmante en la transición de secundaria al bachillerato. En algunos estudios
de investigación han referido que, aunque el número de maestros creció de 212
millones en 2018-2019 a 21.8 millones en 2024-2025, ha faltado capacitación
docente y por tanto, los resultados no son presumibles en las aulas. Aunado a
esto, en las entidades del país, hay cancelaciones periódicas de clases debido
a situaciones de violencia.
Padres de familia, ¿se han realmente
preguntado qué ‘tipo’ de educación escolar es esta que, actualmente en el “nuevo
plan” escolar enseña? En el que según dice el nuevo “plan de estudios,
2022”: “…Ciencias como la química, las matemáticas, la lengua y la historia
sean reflexionadas desde las perspectivas de los pueblos indígenas y
afrodescendientes, tomando en cuenta también a las colectividades de género y
sexo, para mantener la distancia metodológica y epistémica en el currículo, la
enseñanza, el aprendizaje y la vida escolar en su conjunto.”
Así, vemos con claridad que queda clara
la responsabilidad tajante de padre y madre la educación en valores y formación
de sus hijos, ya que, si quieren a sus hijos, si desean que sean buenos
ciudadanos, si quieren estar orgullosos de ellos, si quieren un país mejor, la
educación que se está desarrollando actualmente es confusa, ideológica y no ha
dado ningún resultado positivo.
LAS OPINIONES EXPUESTAS SON EXCLUSIVAS
DE LA ESCRITORA.

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