Anécdota de Fulton Sheen
Fulton Sheen
pensó en ir a Lourdes para celebrar sus cinco años como sacerdote católico.
Vivía en Lovaina, tenía dinero para ir, pero no para pagar un hotel ni para
volver. Pidió la ayuda de la Virgen, buscó el mejor hotel. Pensó en hacer una Novena
así que pasó nueve días en Lourdes, y el dinero no llegaba. Pensó: “Hay que
darle otra oportunidad a la Virgen” A las 10 de la noche se bajó a rezar a la
gruta. Allí lo abordó un señor que le preguntó: “¿Es sacerdote norteamericano?
¿Habla francés’ ¿Nos podría acompañar mañana a hacer un tour para mí y a mi
familia? A todo dijo que sí. Al llegar al hotel le preguntó: “¿Ha pagado?”, la
pregunta esperada. Y le pagó el hotel. Regresó a Bélgica con más dinero que con
el que se fue.
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