El matrimonio no es una simple convención social sino un designio del Cielo
El matrimonio no es una simple convención social sino un designio
del Cielo
La familia fundada sobre el matrimonio de un
hombre y una mujer, no es una simple convención social, sino más bien la célula
fundamental de toda sociedad. Consecuentemente, las políticas que suponen un
ataque a la familia –como el divorcio
express- amenazan la felicidad de los niños y jóvenes y el porvenir de la
humanidad.
En la familia la persona se abre al mundo y a
la vida, aprende lo básico para sobrevivir, la persona ama y es amada
incondicionalmente. La apertura a la vida es signo de la apertura al futuro.
Hay cosas que puede obstaculizar la buena
marcha de un matrimonio, como la falta de comunicación y la ignorancia de qué
es el matrimonio y la sexualidad, pero para empezar el primer consejo sería:
saquen la televisión de su recámara. El televisor aísla, recorta la
comunicación.
Uno de los grandes
retos de la familia actual es tratar de comer juntos y tener momentos de
conversación. Al menos se ha de procurar hacer una comida al día juntos, ya que
vivimos bombardeados por trabajos y entretenimientos que puede quitar estos
preciosos momentos del arte de convivir en familia y con los hijos. Hay que
planear los temas de conversación (temas actuales, trabajo, estudio, amistades,
historia, lecturas, deportes, exámenes, etc.) y saber preguntar a cada uno cómo
le fue durante el día e interesarse por los detalles más pequeños. Es patente que muchas personas ven hoy el matrimonio como un modelo más, e incluso la cuestionan como una concepción arcaica, lo que en realidad es el designio de Dios para la unión del hombre y la mujer. La verdad sobre la familia está inscrita en el corazón humano. La paternidad y la maternidad nos dicen quiénes somos, cada uno y cada una. (cfr. Fernando Ocáriz, Carta 4 VI 2017).
Muchos desconocen que es intrínsecamente mala
toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el
desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga como fin o como medio,
hacer imposible la procreación. (Cfr. CEC 2730).
Es imposible creer en la santidad de la vida
humana y a la vez creer en el derecho a la contracepción. Con certeza se ha
demostrado que la mentalidad anticonceptiva siempre conduce al aborto. Un
matrimonio que usa métodos anticonceptivos no naturales no debe acercarse a
comulgar.
Hay matrimonios que viven la abstinencia y
otros que usan el método Billings porque tienen un motivo para evitar a los
hijos, método que exige cierta disciplina de parte de los dos.
Lo que se pretende es que la pareja sea feliz y
se vea con amor, y no que uno al otro se vean como cómplices. Es muy importante
orar porque orar es amar.
Afirmar que Dios es
Creador es decir que gobierna este mundo, es decir que está presente en la
Historia. Si nos quedamos en que Dios ha creado un mundo bonito, nos
quedamos en un cuento de hadas. Este mundo no es Disneylandia; hay quienes
aspiran a vivir en Disneylandia, entretenidos. Hay quien sólo piensa en
divertirse, en pasarla bien, y piensan que estamos en el paraíso terrenal. No
estamos para divertirnos. Tenemos un papel en esta historia de pecado. Si
quiero Disneylandia y la vida no es así, vivo en una frustración constante.
El problema de nuestros contemporáneos es que quieren hacer de este mundo
Disneylandia, cuando aquí está pasando algo, estamos llamados a colaborar en
esta batalla espiritual, en este campo de trigo y cizaña.
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